El padre de mi mejor amiga(Prince Royce & Tú)

Remordimiento

CAPITULO 2.

Parte 1.

Narra Geoffrey

La luz solar entro a través de la ventana. Por alguna razón, me sentí diferente. Como si un evento especifico hubiera cambiado el curso de mi vida.

¿Pero había pasado algo?

Salí de mi cama, mirando la foto de Rosa. Una punzada de tristeza entro en erupción en mi corazón, pero aun así pude sonreír. Cada momento que pensaba en ella me hacia seguir adelante.

Fui al baño. Algunas voces de chicas venían de la habitación de Lindsay, y me acorde de la fiesta de pijamas. Me afeite y me limpie la cara antes de salir del baño. Me acorde de que era sábado. Otro día más. Camine hacia la puerta, me congele cuando toque el pomo.

Y me acorde de (Tn).

Sacudí la cabeza con asombro. ¿Por qué estaba imaginando esa experiencia, tan febrilmente real? Tal vez era porque era la realidad. Negué, saliendo de la habitación y caminando por el pasillo. La puerta de Lindsay estaba cerrada. Podía oír algunas voces.

-¡Lindsay! Grite.

Las voces desaparecieron, y Lindsay asomo la cabeza.

-¿Si, papá?

- Ven aquí. Ordene.

Nerviosa, mirando hacia atrás salió. Cerrando la puerta tras ella. Me maravillo su aspecto, era igual a su madre. Era igual a ella. A excepción de la personalidad, pero los adolecentes debían ser adolecentes.

-¿Qué he hecho? – pregunto con cautela.

-Nada. Solo tuve un sueño muy raro.

-¿En serio? ¿Por qué?

- Una chica de tu edad vino a mi cama.

-¿Y qué paso?

El miedo apareció en sus ojos, y todos mis sentimientos se dispararon. ¿Podía haber sucedido en realidad? Durante mucho tiempo ni siquiera había soñado con tal escándalo.

-Me despertó. Y al principio no hizo nada. Pero después...

-¿Qué?

-Me beso.

No quería decirle que había soñado con (Tn), su mejor amiga. Eso solo traería más problemas, sobre todo sabiendo que seguramente ella se lo contaría a todas sus amigas, incluyendo (Tn).

Me miro horrorizada. Rápidamente me dijo adiós, entrando de nuevo en la habitación. Suspire y baje las escaleras. ¿Qué había pasado?

Me serví una taza de café. ¿Qué podría haber pasado por su cabeza cuando hizo eso? ¿Besar a un padre y el padre de su mejor amiga? Sería algo terrible, especialmente para una adolecente.

Sin embargo, en los compartimientos secretos de mi mente, tenia sed de ella. No podía quitármela de la cabeza. Y mis ojos vacios se llenaron en un instante de algo salvaje.

Tome un poco de café, olvidándome de todo. Tenía que concentrarme en otras cosas. Como mi trabajo.

Cuando llegue a la oficina, me senté frente al ordenador. No dejaba de pensar en (Tn). No debería estar pensando en una chica tan joven. Me estaba convirtiendo en un pedófilo.

No. El prestigioso, conocido y Millonario (Rico) Geoffrey Royce Rojas De León no iba a arruinar su reputación por un momento fugaz. En su lugar, iba a borrar la memoria de mi cerebro todo en blanco y olvidar lo que había pasado por la noche.

Solo un sueño más nada. Eso es todo solo un estúpido sueño que no debí soñar nunca.

Narra (Tn)

Me desperté en una posición fatal, en el asiento trasero de mi auto. Me mire en el espejo del retrovisor, el maquillaje estaba totalmente corrido por mis mejillas parecía un payazo llorando. Gemí mientras me estiraba.

Cuando me senté, la sangre comenzó a correr por mis venas mientra recordaba lo sucedido esa noche anterior. El alcohol, el maldito juego de "Verdad o Atrevimiento", y la forma en que termino conmigo la lujuria pensando en un hombre mucho mayor que yo. El Sr. Rojas.

-Oh, Dios. – me lamente.

Abrí la puerta del coche, y camine por el porche hasta la puerta principal. Como costumbre, mi mami estaba en la cocina y mi papi sentado en el sofá mirando el fútbol. Mi mami me llamo.

-Señorita, ven... oh estas horrible. – me dijo riendo.

- Si lo sé. ¿Puedo ir a darme una ducha?

-Claro, claro. Almorzaremos cuando termines.

Asentí y colgué la chaqueta en el perchero, camine por las escaleras y entre en mi habitación cerrando la puerta con seguro. Con rabia, lance la ropa al cesto.

¿Por qué? ¿Por qué había hecho eso? Al instante, me quede quieta pensando en las consecuencias que esto podría traer. ¿Cómo podía estar pensando en un hombre mayor que yo y de paso era el Padre de mi mejor amiga?

Sacudí la cabeza y me metí en el baño. Gire el mango del agua caliente, dejando que chocara contra mi cuerpo, al instante me tranquilice y me relaje. Tal vez había sido el alcohol que se habia hecho cargo de todas mis locuras en la noche anterior. Debo admitir que era atractivo. No había nada como los hombres mayores. Y él era tan maduro. Siempre tenía el control. Incluso cuando se despertó conmigo en su cama, estaba tranquilo.

Suspire.

Maldita sea.

Tenía que quitármelo de la cabeza.

Era el padre de Lindsay, no estaba bien lo que estaba sintiendo en ese momento. Una sensación de intranquilidad se estaba apoderando de mí. No sabía cómo iba a reaccionar cuando lo viera nuevamente cara a cara.

-Vamos, (Tn)... Mi padre no está en casa. – dijo Lindsay, jalándome del brazo, casi que obligándome a entrar a su casa la se me hacia siniestra.

-No, no quiero. – negué, jalando de mi cuerpo hacia atrás. No entraría allí por nada del mundo, ni que por que cayera meteorito entraría, por lo menos no ahora. Esperaría un tiempo y luego volvería.

Lindsay me soltó, lo que se me hizo extraño, pero no le di mucha importancia. Gire sobre mis talones con la intención de macharme de allí pero me tropecé con alguien al instante. Trague saliva mientras me alejaba. Me encontré con unos bonitos hermosos ojos café, los cuales me miraban fijamente, con confusión y preocupación.

El Sr. Rojas.

Me di cuenta de que su mano sostenía mi brazo con firmeza. Jamás me había tocado, ni si quiera rozado. La única vez en la que nuestros cuerpos habían estado en contacto fue esa noche, la noche anterior.

Continuara...