Puntos de vista

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Capitulo 22.

Me quedé mirándola por unos segundos, después miré a Lindsay y finalmente miré hacia el suelo. No sabía que decir o cómo actuar ante una situación como ésta. ¿Por qué Lindsay había tenido el descaro de traer a mi ex novia a nuestra casa? A la misma casa en la que vivió su madre. ¿Acaso no le daba vergüenza?

Bueno... tal vez el menos indicado para hablar era yo después de todo lo ocurrido con (Tn), quién además era la mejor amiga de Lindsay. Claramente mi intención nunca fue dañar su amistad con mi hija, pero ahora me veía perdido porqué Lindsay se había enterado de lo nuestro, o al menos lo estaba sospechando.

Fuera como fuera, ahora ella desconfiaba de (Tn) y de mí, eso es lo peor.

— ¿Y qué es lo que te trae por aquí? —entonces pregunté, luego de unos largos segundos en silencio, en los que Lindsay me fulminaba con la mirada.

—Oh... bueno en realidad hace poco me mudé a Estados Unidos, estuve viviendo en Londres por unos años pero decidí que debía tomarme un tiempo para estar con mi familia, ya sabes estamos de paso por esta vida y debemos aprovechar a nuestros seres queridos. —me sonrió.

Asentí.

— ¿Y cómo fue que ustedes dos...? —fruncí el ceño. —Debo reconocer que estoy bastante confundido porque jamás hablé de ti, y menos con Lindsay.

—La abuela me comentó por casualidad que Angelina estaba en el país... en realidad es una larga historia, papá, no creo que deba contarla ahora, lo importante es la visita que tenemos —miró a Angelina.

Suspiré profundamente, sintiéndome mareado por la situación, seguramente (Tn) estaba esperando mi llamada y claramente no podría hacerlo, sería sospechoso, además que Lindsay podría darse cuenta, así que debía tomar una decisión y esa era no llamar a (Tn), no esta noche.

Sí... luego se lo explicaría y ella como persona inteligente y cuerda entendería mis razones.

—Así que... —comencé a caminar hacia la sala de estar. — ¿Cuánto tiempo planeas quedarte en Nueva York? —pregunté.

—Tres meses, máximo. —contestó, sentándose en un sillón.

—Entiendo —también me senté, pero en el sillón del frente. — ¿Cómo está tu esposo? —pregunté.

—Me divorcié hace cuatro años, Geoffrey. Pensé que habías oído la noticia.

Me sentí jodidamente intimidado.

—Ya veo —lo único que pude hacer fue asentir.

Lindsay estaba sentada en el extremo del sillón, me observaba cuidadosamente, así como si estuviera interrogando a un asesino en serie, o algo parecido.

—Y, ¿Qué hay de tu vida? —preguntó Angelina, haciéndome volver la mirada a ella.

—Bien... mucho trabajo —contesté, juntando mis dos manos. —No puedo quejarme, en los últimos años nos ha ido muy bien en la multinacional, Lindsay no da mucho que hacer y... en realidad creo que eso es todo. —contesté rápidamente.

— ¿Y cómo vas con lo de Rosa? —preguntó con cierta timidez.

Me quedé mirándola por unos largos segundos.

—Superándolo —me aclaré la garganta. —No ha sido nada fácil para mí, tampoco para Lindsay, pero hemos aprendido a vivir con ello, al fin y al cabo es lo único que nos queda.

Asintió.

— ¿Por qué no se habían puesto en contacto? —intervino Lindsay.

La miré inmediatamente, casi que extrañado por su pregunta. No entendía porque se estaba comportando de esa manera. No entendía porque estaba haciendo todo esto, tampoco me sentía cómodo con ello, y para ser sincero lo único que me apetecía era subir a mi habitación y tirarme a la cama.

El padre de mi mejor amiga(Prince Royce & Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora