El padre de mi mejor amiga(Prince Royce & Tú)

Un padre pícaro

Capitulo 28

Enero.

Lindsay se consiguió un nuevo novio, el cual era un chico punk y el que, desgraciadamente tomó prestadas algunas de las cosas de nuestra casa. Por supuesto, nunca las devolvió.

Angelina vino varias veces, invitada por Lindsay como era de suponer. Cenamos reiteradas veces pero jamás concretamos algo.

—De mi parte no había ningún tipo de intención—.

Febrero.

Lindsay volvió a cambiar de novio. Esta vez era un chico que había conocido en la biblioteca de la escuela. Él le ayudaba con los trabajos para el instituto, como era de esperar. Y a mí me agradaba.

Desgraciadamente el gusto de tenerlo como novio de Lindsay duró poco ya que ella se involucró nuevamente con el chico punk. No podía creer que Lindsay hubiera hecho aquello.

Marzo.

Lindsay terminó con el chico punk, otra vez.

Pero ahora él quería una venganza, así que cuando Lindsay y yo salimos de la cuidad para visitar a mi madre Ángela, él y sus amigos vinieron a mi casa y le aventaron piedras a la ventana. Por supuesto, los denuncié ante las autoridades y ahora tienen prohibido acercarse a nosotros.

Abril.

Encontré un condón en el armario de Lindsay mientras revisaba la ropa en busca de prendas sucias. Lamentablemente eso colmó mi paciencia, así qué tuvimos una fuerte discusión, en donde en defensa me dijo que yo no tenía derecho a criticarla ya que había tenido sexo con (Tn). Según ella, habíamos tenido relaciones sexuales varias veces, además me acusó de haberlo hecho en mi habitación, en la misma cama que compartí con Rosa años atrás.

Fue demasiado así que la castigué por dos semanas; Sin televisión, computadora y sin fiestas.

Mayo.

Finalmente me decidí a hablar con los padres de (Tn). Ya habían pasado cuatro meses y quedaba un día para su cumpleaños. ¡Por fin sería mayor de edad!

Antes de hacer cualquier cosa, llamé a Ryan, el padre de (Tn) para que me diera unos minutos de su apreciado tiempo. Él aceptó y me dijo que podíamos conversar en su casa.

Y ahora estaba ahí, caminando junto a él hacia su pequeña oficina. Mis manos estaban sudadas y mi cuerpo estaba más tenso que nunca. Era el momento de hablar de hombre a hombre.

—¿Un trago? —preguntó tan rápido como cerró la puerta de la oficina.

—No bebo alcohol.

—De acuerdo —asintió, dirigiéndose a un sofá en forma de 'L'. Se sentó y separó las piernas mientras daba un sorbo al whisky que traía desde que me atendió en la puerta. —Así que, ¿de qué quieres platicar, Rojas?

El silencio se apoderó de la habitación por varios minutos hasta que, no sin esfuerzo, tragué saliva para comenzar a hablar. —Bueno, ¿Quieres que te sea sincero? Primero quisiera hacerte una pregunta. Quiero que me la respondas con honestidad.

—Te escucho.

—Alguna vez... —hice una pausa breve. —¿Alguna vez te has sentido atraído por una mujer más joven?

Se quedó mirándome por unos segundos. Estaba inexpresivo y tampoco se movía. Pero de repente, levantó el vaso de whisky y me señaló con éste, una sonrisa traviesa se dibujo en su rostro y comenzó a reír pícaramente.

Fruncí el ceño, incapaz de comprender lo que estaba pasando ¿Por qué razón estaba riéndose?

Continué mirándolo mientras se reía y bebía de la copa de Whisky.

—Esas adolescentes traviesas, ¿eh? Quién te viera, Rojas —expulsó otra carcajada y se levantó del sillón para, sorpresivamente acercarse y sentarse en el mismo en el que yo estaba. —Por supuesto, ¿Has visto como se ven de atractivas con esas falditas de colegialas?

—¿Qué? —negué, sin saber que decir ante sus palabras.

—Esas piernas, Rojas —miró hacia un punto fijo en la habitación y gesticuló con las manos. —Se ven tan inocentes con sus uniformes, pero en el fondo son tremendas. Te miran con inocencia mientras estás en compañía de tu esposa y luego sacan las garras.

—No, no, espera —lo detuve.

¿De qué diablos estaba hablando este hombre?

—No tienes porque avergonzarte, Rojas —me dio una palmadita en el hombro izquierdo mientras me sonreía con malicia.—Son una tentación.

—Para ser honesto no me refería a eso —me quedéen silencio debido a las palabras que anteriormente salieron de su boca.