Decisión

988 59 0
                                    

Capitulo 18.

Me quedé observándolo por varios segundos. Esa idea no entraba en mi cabeza. Definitivamente el Sr. Rojas tenía que estar delirando.

— ¿Estás de broma? —espeté.

—No —contestó de inmediato. Tomó mis dos manos entre las suyas y bajó la mirada para observarlas. —(Tn). Tu padre me llamó esta mañana justo para eso, para preguntarme unas cosas importantes para él.

—Es que no puedes estar hablando en serio.

—Lo hago, (Tn). Lo hago. No tendría porque mentir sobre un asunto tan extremadamente serio. —contestó en voz alta. —Tus padres quieren mandarte a la Universidad de Stanford en California. —elevó la mirada hacia mí.

—Pero no me lo consultaron —contesté con la voz quebrada. —Yo no quiero irme, Sr. Rojas. Quiero estar en una universidad de aquí de esta ciudad, no creo que sea necesario viajar al otro lado del país. —hablé rápidamente, mientras negaba con la cabeza.

—Entiende, (Tn). Eso no lo decides tú.

—Claro que lo decido yo. Es mi vida, yo soy la que elije. Ellos no tienen porque tomar esas decisiones sin ponerse de acuerdo conmigo.

— ¡Lo hacen por tu bien, (Tn)! —exclamó. —Saben lo que te conviene. Son tus padres, no tus enemigos. Quieren darte una buena universidad, que viajes y te relaciones con otras personas. Dime que eso no te parece maravilloso.

Me quedé mirándolo por unos segundos.

—No, no me parece maravilloso. —respiré con dificultad.

— ¿Pero qué dices? ¡Es una gran oportunidad! —colocó sus manos en mis dos brazos. —Debes irte, (Tn). Estoy seguro de que cuando estés un poco más grande y seas una mujer exitosa en todos los sentidos vas a agradecerles a tus padres todo esto.

— ¿Usted quiere que me vaya, Sr. Rojas? —mordí mi labio con fuerza mientras esperaba una respuesta.

Su miraba vagó por varios lugares. Parecía impedido para hablar, como si estuviese ocultándome algo. Era obvio que no quería que me fuera. Lo que él y yo habíamos pasado en los últimos días era maravilloso y estaba segura que él también comenzaba a sentir lo mismo.

—(Tn)... Lo que yo quiera o no es lo que menos importa en este momento. —contestó con aire ausente. —Soy padre y entiendo perfectamente que tu deber es irte. Estoy seguro de que tus padres te están haciendo bien al mandarte al otro lado del país. Si las cosas se dieron así es porque así tenían que suceder, no podemos luchar en contra de eso. Es inútil.

Suspiré.

—Hablaré con mis padres. Estoy segura que ellos no me mandaran para un lugar al que no quiero ir. —susurré.

Negó mientras apretaba mis manos (las que aún sostenía). Se inclinó hacia mí y plantó un corto beso en mis labios.

— ¡Esto es injusto, Papá! —me levanté de la silla, mientras mi voz resonaba por toda la casa. —No puedes mandarme a una universidad a la cual no quiero ir. —me incliné para mirarlo a los ojos.

— ¿Piensas que es malo? —continúo comiendo la pasta. —De niña siempre quisiste estudiar en esa universidad. Es la misma de tu madre, tu tía, tu abuela. Deberías agradecerme por conseguirte un cupo, con lo difícil que estaba.

— ¡La gente cambia de opinión! Estoy feliz aquí en Nueva York, tengo amigos y todo lo que necesito. Hay una buena universidad a la que van a ir casi todos los de mi curso. ¿Por qué tienen que enviarme tan lejos? ¿De verdad les molesto tanto?

El padre de mi mejor amiga(Prince Royce & Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora