Sábado perfecto

12.4K 436 14
                                    

Me desperté a eso de las 9 de la mañana del sábado. Miré por la ventana de mi cuarto, el día estaba bastante soleado, pero corría una brisa fresca agradable. Era extraño, yo solía despertarme más tarde los fines de semana. Me senté en el ordenador un momento, ayer se me había olvidado apagarlo. Me disponía a hacerlo ahora, ya que no lo iba a usar, cuando apareció en la pantalla el aviso de un Mail. Era de Erick. Se aceleró el latido de mi corazón, no tenía ni idea de lo que me iba a decir.

"Linda, ayer no pude contactar contigo en toda la tarde. Quería decirte que me tengo que ir este fin de semana a una competición fuera de la ciudad, vuelvo el lunes. Me lo dijeron así, de repente, por eso no te avise antes. No podremos hablar mucho porque voy a estar ocupado, pero en cuanto pueda te mando más mensajes. Te quiero. Nos vemos."

Se me revolvió un poco el estómago. A saber si era verdad que iba a una competición y no a una escapadita romántica. Intente desechar esos pensamientos, no me servía de nada darle vueltas.

Me vestí y salí al salón. Desayune riendo con Jeremy que lo ponía todo perdido, mientras mi madre intentaba regañarle, procurando contener la risa. La verdad es que costaba enfadarse con ese niño. Estaba tan hiperactivo que mi madre casi me suplico que le sacará al parque a jugar, idea con la que él estaba encantado.

Lo cierto es que, a pesar de no tener demasiadas ganas, no opuse mucha resistencia y me deje convencer. Al fin y al cabo estar en casa solo hacia que pensara en cosas en las que me hacía mal pensar.

Nos preparamos y salimos. Ya eran las diez, el parque estaba al lado de la casa por lo que llegamos en un par de minutos. Jeremy iba delante de mi, muy contentó con su pelota.

Caminamos un poco hasta llegar a la zona de columpios. Por suerte, mi hermano encontró a uno de sus amigos del colegio, lo que me permitió sentarme en un banco mientras él jugaba. Sin embargo, después de estar un rato sentada ya comenzaba a aburrirme por lo que decidí estirar un poco las piernas dando un paseo. Claro esta que no me aleje demasiado y que en cada momento tenía a la vista lo que Jeremy hacia.

El parque estaba lleno de vida, pero se respiraba la tranquilidad de siempre. Era un paseo muy agradable, mirando los arboles y plantas que ya habían florecido mientras la brisa rozaba mi cara. Estábamos en plena primavera. Entonces, algo toco suavemente mi pie. Miré al suelo y era un pelota de tenis.

Me agache para cogerla en el instante en que un perro, un husky, para ser más exactos, se acercó a mi corriendo. Al principio me dio un poco de nervios, no sabía como iba a reaccionar, pero el animal se acercó a mi muy contento y comenzó a lamerme la cara mientras lo acariciaba. Me puse a jugar con él rascándole el lomo, estando aún agachada. Era muy grande, de no haber tenido buen equilibrio me habría tirado. Escuché unos pasos acercarse rápidamente.

-¡Spaik!-. Gritaban desde lejos. Supongo que llamando al perro que tenía delante. -Vaya, parece que le gustas-. Dijo la misma voz, que ahora estaba a mi lado, en tono amable. Me era muy familiar, de hecho sabía perfectamente de quien se trataba sin mirar si quiera.

-¿No será que le has mandado tú, porque me estas siguiendo?-. Respondí en tono burlón. Miré hacia arriba y, efectivamente, era la persona que yo pensaba.

Alex me miró, al principio extrañada, hasta que me reconoció y soltó una de sus típicas sonrisas que le iluminan toda la cara. Yo también sonreí ampliamente. Lo cierto es que era una casualidad bastante agradable.

-Vale me has pillado-. Me dijo continuando mi broma. Ambas nos reímos. -¿Qué tal?-. Preguntó entusiasmada mientras me levantaba y nos dábamos un beso en la mejilla.

-Pues muy bien. Que casualidad que nos encontremos aquí.

-Sí, yo es que tenía que sacar a pasear al perro-. Me dijo acariciando ahora ella al animal. -¿Y tu?.

Irresistible... tú y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora