De vuelta a casa

10.2K 488 27
                                    

Sam

Llegué a casa a la hora del almuerzo pero, la verdad es que no tenía hambre. Hablé con mi madre un rato. Preguntaba que tal me había ido, si lo había pasado bien y todas esas cosas que quieren saber las madres. Aunque, siendo sincera, no es que yo le estuviera prestando mucha atención. Incluso hubo un momento en que me regañó, decía que estaba distraída, en otro mundo. No se equivocaba. Yo estaba más pendiente de mis pensamientos que de lo que ella me decía.

Pensaba en como me había despertado, abrazando a Alex y ella a mi. Pensaba en lo que sentí cuando abrí los ojos y la vi a mi lado, dormir plácidamente. Me pareció extraño pero, me desperté algo emocionada. No pude evitar acariciar su cara, tocar su pelo. Estaba tan guapa por la mañana. Me sorprendió ese pensamiento, a pesar de ser cierto. Era evidente que era preciosa, no había más que mirarla o salir a cualquier lado con ella para darse cuenta de cuanto los demás la observaban, y ella ni siquiera parecía percatarse de ello.

Cuando abrió los ojos, esos maravillosos ojos azules como el mar, que brillaban con los rayos del sol, sentí tanta vergüenza de haberla despertado con mi roce. Y esa sonrisa, nunca había visto una sonrisa así...

Mi madre, harta de llamarme diez veces y no obtener respuesta, me dio un toque en el hombro sacándome así de mis ensoñaciones de sopetón.

-¿Y Alex, qué tal está?-. Preguntó despreocupadamente.

Oh genial, como si no tuviera suficiente con pensar en ella por mi cuenta, como para que también me la nombren. Aunque supongo que era normal, ni siquiera la conocía.

-Haber si la traes un día a casa para conocerla. Aunque debe de ser maravillosa porque Jeremy no deja de preguntar por ella-. Dijo mientras terminaba de fregar los platos.

-Lo es...-. Respondí casi para mi. Una sonrisa asomó a mi labio irremediablemente. Debía de parecer una tonta riéndome sola.

Le dije la primera excusa que se me ocurrió y fui a mi cuarto, ya estaba bien de interrogatorios por hoy. Estuve bastante rato intentando distraerme, con el ordenador, leyendo algún libro y finalmente poniéndome a escuchar música con los cascos, tirada en la cama. La música tan solo me sirvió para que a mi mente resurgieran nuevos pensamientos sobre Alex.

Recodé esa risa que tanto me gustaba y el momento en que... me miro de aquella manera. ¿A caso era posible que alguien te mirara de ese modo?. Recordé su pelo que caía sobre mi, la suave presión de sus manos en mis muñecas, su peso sobre mi... Solo de recordarlo mi corazón latía agitadamente, como había hecho en aquel instante. Yo no entendía a que venía pensar tanto en ella, no conseguía encontrar una razón. Lo cierto es que no podía evitarlo.

Me sobresalté muchísimo cuando sentí como me agitaban por los hombros.

-¡Joder!-. Casi grité cuando vi a Sarah al lado de mi cama. -Sarah, no sabes el susto que me diste-. Ella río sorprendida.

-No ya, para que te pongas así-. Volvió a reír. -Pero es que llevo una hora tocando a tu puerta y tu pasando de mi.

-Oh, lo siento.

-Por favor, dime que has estado ocupada en otras cosas estos dos días y no tirada escuchando música.

-Que va, lo menos que he hecho es esto-. Entonces se levantó y puso sus brazos en jarra.

-Sí, ya me entere de que casi no has pasado por aquí. Que te la has pasado todo el día por ahí con Alex. ¿Qué pasa que ya me has buscado una sustituta como mejor amiga?-. Intentaba parecer molesta. Yo me reí.

-Sí, y he encontrado una que no me deja votada cuando se emborracha-. Respondí regañándola pero en modo de broma.

-Oh vamos, no me lo vas a perdonar en la vida...-. Volvió a sentarse y me puso una mano en la rodilla. -Pero no vengo por eso, quería saber cómo estás.

-Muy bien, ¿Por qué no habría de estarlo?-. Le dije en tono práctico. Ella puso una expresión de extrañeza.

-¿Es que ya ni te acuerda de Erick?-. Me sentí molesta al recordarlo.

-La verdad es que se me había olvidado... Y me encontraba mejor antes de que me lo recordarás.

-¿Pero qué pasa no has pensado en que vas a hacer con él?-. Dijo con expresión perpleja.

-¿Y qué quieres que haga yo?, es él quien se ve con otra, y yo no le veo muy afectado...

-Me ha dicho tu madre que te ha llamado-. Ese comentario me molestó aún más.

-Genial, me encanta que mi madre y tu cotilleen sobre mis cosas a mis espaldas.

-Vamos no te pongas así. Tan solo está preocupada, le extraña que no quieras hablar con él ni nada.

-Seguro que el ni sabe que estoy enfadada y aunque lo sepa no debe ni importarle.

-Sam, si debe de saberlo, es raro que ustedes no hablen durante una de sus competiciones. Es más, seguro que sabiendo que estas enfadada por eso es que no ha querido llamarte más. Él te conoce y sabe que estos casos es mejor dejarte espacio y hablar en persona...

-Oye Sarah-. La interrumpí. -¿En qué momento Erick te contrató de abogada defensora que no me enteré?-. Me miró con mala cara.

-Tampoco hace falta que te pongas borde-. Dijo mientras se levantaba. -solo quería ayudarte...-. Se dirigió hacia la puerta para salir. Rápidamente me levanté y la cogí por el brazo para detenerla.

-Espera Sarah-. Se dio la vuelta para mirarme. Le había hecho daño, lo veía en sus ojos. -Lo siento amiga no tenía que tratarte así... Es que este tema me saca de mis casillas-. Se acercó y volvió a sentarse en la cama.

-Y a mi me duele que dudes de mi, yo siempre estoy de tu lado Sam-. La abracé.

-Lo se...

Pasamos el resto de la tarde hablando de nuestras cosas, de lo que habíamos hecho etc. Hasta qué se hizo tarde y se fue a su casa. Lo cierto es que yo no quería hacer nada más que acostarme. Estaba harta de pensar, y el tema de Erick, tras hablarlo, me había dejado bastante mal.

Decidí irme a dormir, también porque mañana él volvería y tendría que estar descansada y despejada para los acontecimientos que se avecinaban.

______________________________

Gente!! Jeje me encantaría y se los agradecería en el alma que me dejaran algún comentario para saber que les parece, si les gusta como va o lo que sea que quieran decir.

Un besazoo!!

Irresistible... tú y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora