Capítulo 32

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Me quede helada, pero no deje que el pánico se apoderara de mi, pase completamente normal por el callejón en el que se encontraban ellos, procurando que no vieran mi rostro, trate de seguir caminando normal, mis piernas flaqueaban un poco pero llegue a la casa, mire hacia atrás: Nadie. Suspire de alivio, vía a la pequeña Valentine que aun se encontraba jugando con sus hermanos, me senté a verla jugar, no podía interrumpir ese momento, se notaba el cariño que se tenían.

Ellos reían, la abrazaban y jugaban con ella... Supongo que eso es una familia.

-¡VALENTINE TE EXTRAÑAMOS TANTO! - le decía una niña que se miraba apenas un año menor que ella.

-A mi me alegra que hayas salido de este basurero. - le dijo un niño un poco mayor que ella.

Los demás le hacían comentario similares, preguntándole como era su vida ahora y cosas así, Valentine les respondía todo con una sonrisa.

Había varios de niños, ninguno se parecía, comenzaba a dudar de la explicación que Luke me había dado, ellos no parecían hermanos, genéricamente hablando. Le preguntare cuando lleguemos a casa, la diferencia era tan notoria, tanto que Valentine era la única rubia entre los niños, llegue a pensar que eran vecinos, pero todos se llamaban hermanos entre ellos. Dos de ellos se me acercaron:

-¿Quieres jugar con nosotros? - me pregunto uno, vi que tenían carritos de juguete.

-Solo por poco tiempo, Valentine y yo tenemos que regresar a mi casa. - les respondí y ellos me dieron un carrito.

Comencé a jugar con ellos, chocando los carritos y haciendo ruidos, riendo y hablando. Algo dentro de mi se encendió, era raro, algo que jamas había experimentado, como sentirme dentro de una familia. Reflexione un poco y me di cuenta que a estos niños no les importaba la miseria en la que vivían, les importaba tenerse los unos a los otros y ayudarse, eso es una verdadera familia. Entonces algo hizo que soltáramos los carritos y nos levantáramos de golpe:

-¿¡DONDE ESTÁN, IDIOTAS!? - una voz de hombre se escucho dentro de la casa, los rostros de todos palidecieron y sus ojos estaban bien abiertos.

-Hagan tiempo. - dijo en un susurro una chica que era de las mayores a los pequeños. Ellos asintieron y caminaron dentro de la casa con expresiones tristes, como si toda la felicidad de hace un momento se hubiera desvanecido, como si toda la esperanza se hubiera ido, me dolió ver eso. Ella se agacho a la altura de Val.

-Nena, nos encanto que estuvieras aquí con nosotros, pero no debes volver, estas fuera, Val y eso es genial. Algún día nosotros también lo estaremos, como tu y Luke, cuídate pequeña y disfruta todo lo que nosotros no tenemos. - le dio un beso en la mejilla y la abrazo. Valentine también la abrazo, con mas sentimiento.

-¡CAROL CON UN CARAJO ENTRA YA O VOY POR TI! - ahora fue una voz de mujer.

-Cuídala mucho y por favor que no pase otra vez por todo lo que ya paso aquí. Es una gran niña, manda mis saludos a Luke, dile que los niños lo extrañan.- me dijo e inesperadamente me abrazo. Se dio vuelta pero la tome de la muñeca ella me miro extrañada, saque mi billetera y le di el efectivo que tenia.

-Cuida a todos los niños, esto es de parte de Luke. - le dije, sabia que si le decía que me nacía dárselo lo rechazaría.

-Oh por Dios ¡Gracias! - me abrazo otra vez mientras metía el dinero en su bolsa del pantalón.

-Carol... - vi la sombra de un hombre caminando hacia la puerta, me asuste, pero Carol corrió y cerro la puerta.

Tome a Valentine con una mano y ella tomo la pieza del carro que no era para nada grande y corrimos, corrimos 2 cuadras, nos detuvimos cansadas, respirando agitadamente y con los corazones acelerados. Caminamos una cuadra mas y nos sentamos en una banca situada en un pequeño parque de el lugar.

Corazones Solitarios [Luke Hemmings] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora