Capítulo 9

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Terminé de secarme el cabello con la toalla blanca entre mis manos y me dejé caer en la cama exhausta.

Después de la pequeña "discusión" con Luke solo intentábamos ignorarnos el uno al otro lo más posible. No tengo idea de por qué, pero en ese momento recordé la carta del club y me entró la curiosidad. Me levanté y caminé hasta mi despacho. Busqué en el interior del tercer cajón de la derecha hasta que la encontré, en medio de todos esos papeles que no quería ni ver. Leí rápidamente cada palabra de la carta hasta que encontré la fecha de la siguiente reunión. Yo quería ir, pero no quería ir sola, tal vez debería convencer a Luke de ir conmigo.

Salí y me dirigí a mi habitación otra vez con la carta en la mano, pero antes de entrar me detuve frente a mi puerta mirando a la habitación en la que se encontraba Luke. Después de unos segundos allí parada, caminé a su puerta y golpeé levemente esperando a que no estuviera durmiendo.
Abrió la puerta y me miró indiferente.

-¿Qué quieres ahora, Black? -preguntó con tono enfadado, en desacorde con su rostro.

-Irás conmigo a la reunión del Club. -afirmé, mirándolo y tratando de no titubear.

-No.

-No es una pregunta, Hemmings. -le dije desafiándolo con la mirada.

-Lo sé, no soy idiota, pero aun así no iré. -me devolvió la mirada desafiante con más intensidad.

-Oh, por favor Lukey, solo tienes que presentarte.

-Si voy significa que acepto entrar a ese estúpido Club, y no es así. Y no me llames "Lukey".

-¿Por qué no? Además de trabajar no tienes nada mejor que hacer, ¿O sí?

-No, pero tú lo dijiste, tengo que trabajar.

Entonces empujó la puerta, pero lo detuve poniendo mi pie. Había visto que en las películas lo hacían y parecía que a ellos no les dolía. Pero el maldito agresivo de Luke casi azota la puerta (como es su costumbre) por lo que el dolor era inmenso y me hizo soltar un grito ensordecedor.

-¡Idiota! ¿¡Cómo se te ocurre hacer eso?! -exclamó Luke más enfadado que antes. No entendía el por qué, no fue a él a quien casi le rompen un pie con la puerta.

-¡Tú fuiste el que azotó la puerta! -grité recargándome en la pared-. ¡Fue tu culpa!

-¿¡Mi culpa!? Joder, yo no te dije "Haley, pon tu pie en el camino de la puerta. Si se rompe, no importa, te crece otro" ¿Eso estabas pensando?

-¡SOLO INTENTABA DETENERTE!

-¡Y yo solo intento dormir! Jesús, Haley, mañana podemos discutir y fracturarte el otro pie y hasta las manos si quieres. Solo déjame dormir en paz. -dijo, después entro en su habitación y cerró la puerta con llave, casi como si fuera a entrar en medio de la noche a acosarlo e intentar convencerlo de ir conmigo o algo así.

-Idiota... -murmuré entre dientes.

Suspire y caminé muy lentamente hasta mi habitación intentando no lastimar más mi pie. Olvidé todo el tema de la carta y la reunión y solo traté de dormir un poco.

[*]

El día en el instituto fue tranquilo, pero aburrido a la vez. No me encontré a los malditos hipócritas que se hacían llamar amigos, apenas y vi a Jack, quien solo me hizo un gesto de saludo y se fue.

Iba llegando a mi oficina, cuando veo a Susan sentada junto a Ellen. Al verme se pone de pie y se acerca mi muy lentamente, parecía nerviosa ya que jugaba con sus manos y cada tanto apartaba la mirada.

Corazones Solitarios [Luke Hemmings] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora