Capitulo 34

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Luke's POV

—Hola, chicos —saludó Jenks entrando a la habitación.

—¡Hey, Jenks! ¿Te digo que sería fabuloso? —preguntó Michael.

Detrás de él Ashton y Calum reían fuertemente.

—¿Qué, Michael?

—Que nos digas: "Buenos días, ángeles"

—¿Qué?

—¡Sí! Y nosotros responderemos: "Buenos días, Charlie" —imitó una voz realmente extraña al decir aquello.

—Ja ja ja, muy gracioso, Michael —Jenks rodó los ojos y soltó una ligera risa.

—Nos llamaríamos "Los Ángeles de M.J." —dijo Calum riendo.

—¡Usaremos trajes de látex! —dijo Ashton riendo fuertemente.

—¿Y qué más? ¿Michael será la pelirroja bajita, Calum la peli negra de ojos rasgados y yo la alta rubia? —pregunté en broma.

La verdad no esperaba que nadie se riera, pero todos soltaron una carcajada, incluso Smith se estaba riendo, solo que intentaba disimularlo. Pero no me engaña, se estaba riendo mi chiste.

—Wow, Luke, tienes sentido del humor —dijo Taylor asintiendo con aprobación.

—Como sea... —entorné los ojos intentando parecer indiferente para que retiraran su atención de mí.

—De acuerdo, chicos, aquí están las cartas y las rosas. Hoy quiero llegar temprano a casa así que tomen —dijo Jenks entregando rápidamente una carta y una rosa a cada uno, atrayendo nuevamente la atención hacia él.

—Ustedes ya saben qué hacer. Y recuerden —nos miró atento—: No pueden fraternizar con nadie que conozcan en sus misiones.

En realidad hoy no tenía muchos ánimos para hacer complicaciones en esta misión. Así que tomé mi carta y salí al estacionamiento del restaurante.

Observé el lugar por un momento, sin razón alguna.

Abrí el sobre para ver la dirección que me indicaba.

Fue fácil encontrar el lugar al que me habían enviado.

[*]

La misión de hoy no había sido demasiado espectacular que digamos. En realidad, fue todo lo contrario. Al principio había sido muy aburrido, pero después las personas comenzaron a llorar demasiado fuerte de la nada. Pero la palabra fuerte se queda corto, era un mar de llantos y lágrimas que ni siquiera podías escuchar tus propios pensamientos. Fue en ese momento que recordé que la idea principal de la misión era darle la carta a quien más estuviera sufriendo, así que fue me día de suerte y se la entregué a una de las tantas personas ahogándose en llanto. Por suerte descubrí que era un familiar cercano al fallecido.

Qué bueno que el tipo era querido por muchos.

"Oh... Eso sonó mal..."

Y ahora por fin estaba acostado en mi cama intentando relajarme, con The Space Between A Rock And A Hard Place sonando en mi reproductor.

Escuché un auto estacionarse fuera de la casa, pero no presté demasiada atención pensando en que seguramente serían los vecinos o algo así.

Después de unos minutos me asomé por la ventana y observé al auto azul que se había estacionado antes marcharse. Pero seguido de un minuto otro auto se estacionó al frente.

Era un Camaro negro...

"Smith..."

Antes de que tuviera la oportunidad de abrir la ventana y gritarle una maldición -o aún mejor, lanzarle una piedra en la cabeza...-, detrás de él se estacionó otro auto gris.

Corazones Solitarios [Luke Hemmings] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora