*Estel*
El director del Centro de Estudios Superiores del sector Osado, soltó la respiración y cerró el expediente con mi nombre impreso en la portada, luego apoyó las manos encima del escritorio y las juntó. Mientras me pesaba y me media mentalmente, sus pupilas se clavaron en mi rostro por un momento eterno lo que me hizo sentir muy incómoda, desestimé su reto y fijé la mirada en un punto de la pared a la espera del veredicto.
– Sí, haremos una excepción para que pueda incorporarse a mitad de curso en este instituto – anunció de forma educada– Es un favor que le debo a su padre y por el cual estoy dispuesto a sumir esta irregularidad. Espero se mantenga con su perfil bajo durante el curso académico y pase lo más desapercibida posible en el instituto. No quiero problemas.
Asentí con la cabeza con máxima sumisión, revisando de arriba abajo aquel Osado alto y fornido vestido de un elegante color negro de pies a cabeza y de facciones duras e inflexibles. No se parecía en nada a la insoportable Directora de mi anterior instituto, la maldita Veraz me la tenia jurada no soportaba sus continuos ataques sobre mi persona. Pagaba conmigo la mala relación que tenía con mi padre que la presionaba continuamente a que yo debía ser la excelencia académica, mi padre exigía que yo tenía que ser la mejor, quería que formara parte de su club selecto de jueces veraces en un futuro, pero en vista de mis resultados académicos desastrosos y que ella no podía conseguir el objetivo que había fijado mi padre. El todopoderoso juez de la corte suprema en la Facción de Veracidad, decidió actuar activamente y quitarme de en medio.
–Por supuesto –dije deseando salir por la puerta del despacho del director del centro.
- Le asignaré un alumno tutor para que la guíe en los primeros días de adaptación, pasará por recepción en planta baja a buscarla, espere allí. – Sonrío fríamente. - Ya puede retirarse–. El director se levantó, yo hice lo mismo y me acompañó a la puerta, la abrió él mismo y me ofreció pasar–. Bienvenida.
- Gracias.- respondí sin mucha ceremonia.
Recorrí el pasillo con un paso ya más relajado y escuchando como anunciaban el siguiente nombre: Natalie Eaton. Dicha chica pasó por mi lado dirección al despacho del Director, llevaba el pelo en una cola trigueña recogida con esmero, aunque algunos mechones rebeldes escapaban enmarcando su rostro, por un momento me miró tímidamente y ella captó toda mi atención. Su pequeña estatura la hacía parecer menor, percibí una ligera sonrisa un poco nerviosa, pero su mirada de un intenso jade me cautivó, dándome buenas sensaciones.
Visualicé a lo lejos las escaleras para dirigirme a la Planta Baja. Me giré por última vez a mi espalda, miré el pasillo alargado y vacio de estudiantes por un momento pude hacerme a la idea que comenzaba de nuevo, borrón y cuenta nueva, no sé lo que me esperaba aquí, pero tenía que abrir miras y conseguir nuevos amigos. Miré por última vez esa puerta por donde acababa de salir y suspiré. Tampoco dejaba nada importante atrás, más bien conocidos y compañeros de infancia, sin embargo allí encajaba, en cambio aquí tenía la necesidad angustiosa de buscar aceptación.
Estaba claro que no me iba a ser cosa fácil, el curso estaba iniciado, los grupos formados, tal vez a mis 14 años bien desarrollados, con mi apariencia alta y esbelta mis posibilidades aumentaban, pero en el momento que abriera la bocaza veraz con tanto descaro mis oportunidades bajarían de cero a una mierda en pocos segundos. ¡Maldito gen Veraz! Tendría que controlar lo si quería sobrevivir en el Instituto del sector Osado, el cual su porcentaje de alumnado mayoritario era Osado y Erudito, ya que su ubicación era optima por cercanía, quedando en minoría el resto de alumnos de otras facciones.
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Sé Valiente
RomanceAviso: Spin- Off de "Nat la perfección Divergente" Estel luchó con garras y dientes para conseguir su objetivo, convertirse en miembro de pleno derecho de su facción elegida: Osadía. En ella encontró la amistad y el amor, pero tras un año de adapta...