CAPITULO 17. Universo de facciones (Parte II)

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*Theo*

Observo que hay camastros vacios en el dormitorio de iniciados, no están los enseres de algunos compañeros. Me extraña, pero como tengo prisa, salgo precipitado hacia la cafetería, donde me espera Mario.

Antes de atravesar el pozo localizo un pequeño grupo de personas ascendiendo por el sendero que conduce a la entrada del complejo. Uno de los individuos no pasa desapercibido para mí, sus mechones azul eléctrico delatan a Selen a distancia. Todos llevan un pequeño atado con sus pertenencias, se marchan de Osadía, son los iniciados que no superaron todas las pruebas de iniciación de forma adecuada. Me siento mal por ella, mi instinto me obliga a acercarme al grupo.

- Selen espera.- Llamo su atención para que detenga el paso. Un guardia de Osadía la insta a continuar, ya que los escoltarán hasta su nueva facción, los Sin Facción.

- Podéis esperar la arriba, será un momento.- Le sugiero al guardia que sabe perfectamente quién soy, si nos atenemos al gran parecido que comparto con Cuatro.

- Está bien.- concede de mala gana el fornido osado, mientras el resto del grupo avanza hacia su nuevo destino.

- En hora buena Theo. Estaba segura que serías uno de los primeros del ranking. No llegues tarde a la selección de puestos, que os conozco.- Me sonríe con una cálida y sincera mirada de un azul limpio y transparente.

Acaba de ser expulsada de su facción y se preocupa por mi bienestar. Me acerco a ella y la abrazo cordialmente, dándole a entender que para mí sigue siendo mi compañera y amiga y que tiene todo mi soporte.

- Siento no puedas quedarte como miembro de Osadía. Quizá debí hacer algo más para ayudarte a superar la iniciación Osada. - Empiezo a sentirme culpable por no haber me preocupado un poco más de ella. Siento que no estuve a la altura de las circunstancias en lo que respecta a Selen. No pude evitar que Mario se comportara como un capullo con ella, tampoco que superara la iniciación con éxito cumpliendo los baremos mínimos. No soy un gran abnegado pero sé por boca de mi padre originario de esa facción, que la culpa nos ayuda a que la próxima vez obremos mejor.

- No te preocupes por mí. No debe ser mi destino pertenecer a esta facción.- me dice tranquila pero con los ojos vidriosos por la tristeza de la derrota reflejada en su mirada.

- Soy un mierda de amigo ¿Verdad?

- No Theo, eres mi amigo y siempre lo serás para los momentos buenos y los momentos malos. No lo dudes ni un segundo. Siempre que me necesites allí estaré.- Debería ser yo quién le estuviera infundiendo ánimo y resulta que es ella la que me lo transmite a mí.

Ahora empiezo a entender a Selen porque elegió Osadía, ella es sin duda valiente. Eligió una facción desconocida dejando atrás su facción de origen, su mundo conocido, amigos y familia para adentran se en un nuevo mundo oscuro, agresivo, violento, duro y despiadado, estando completamente sola, su único apoyo ella misma. Tomo la decisión con valor, luchó con uñas y dientes, no lo consiguió, pero lo intentó con todas sus fuerzas. En eso consiste la valentía en afrontar los retos sin miedo al fracaso, la posibilidad de la derrota existe, pero si no lo intentas ya estas muerto antes de de salir al ruedo. Su mérito respecto al mío es inmenso, yo nunca tuve que elegir a pesar de obtener un resultado en la prueba de aptitud de máxima Divergencia como Nat. Mi elección siempre fue la natural, para mí estuvo tomada desde hace tiempo, Osadía es mi casa, mi hogar, me crié correteando por estos senderos, mi familia y amigos están aquí, no me imagino en otra facción porque la gente que amo está aquí. El esfuerzo que le supuso a Selen no es comparable al mío. Ella tiene todo mi respeto.

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