CAPITULO 6. CAPTURA LA BANDERA

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*César*

Deseaba arrancar le las entrañas, y echarse las a los perros. Aquel desgraciado se había atrevido a arrinconar a Estel en un pasillo y a besar la. Ella como un animalillo desvalido había caído de nuevo en sus garras. Cuando los vi esta mañana en aquel pasillo y por fin se separaban y cada uno continuaba su camino, me sentí aliviado, pero de nuevo la ira retornaba con más fuerza a recorrer todo mi sistema al revivir la escena.

La opresión en mi pecho me dejaba sin aire, inspiré profundamente para conseguir algo de oxigeno que llegara a mis vías, había retenido tanto el aire en mis pulmones que me estaba ahogando.

Ese cabrón pretendía volver a jugar con el corazón de Estel y no iba a permitirse lo, porque Estel estaba conmigo, no permitiría que la alejara de mí y menos la dañara.

Estaba dispuesto a cometer una imprudencia, en el amor y en la guerra todo vale, mi posición es ventajosa respecto a mi iniciado en lo que a elegir campo de batalla, aunque no debo subestimar a mi oponente tiene sus propias armas y sabe usarlas bien.

Me era imposible volver a casa y enfrentar a Estel en la soledad de nuestro apartamento, el techo se me caería encima tan solo mirar la a los ojos sabiendo que sus labios habían pertenecido a otro esta mañana. Por lo que decidí que esta noche iríamos de maniobras para descargar mi mala leche contra aquel mal nacido.

Mi compañera y yo entramos a la estancia de los iniciados y la cuenta a tras a comenzado. Christina golpea una cacerola con un cucharón despertando a todos los iniciados, a penas es media noche, iremos de maniobras a la zona del muelle en Navy Pear, tradicionalmente el ejercicio se denomina "Captura de bandera", formando dos equipos de iniciados con la misión de encontrar la bandera del equipo contrario antes que sus contrincantes.

- Iniciados mover el culo.- les grito con mi cultivada voz de instructor.

- En 5 minutos os quiero en la entrada Oeste del complejo, uniformados y formados.- Mi vista se dirige a Eaton al que clavo la mirada como un caza recompensas al localizar al asesino al que han puesto precio a su cabeza. Se mantiene inmóvil aceptando el reto, en este mismo momento sé que mi objetivo va ofrecer resistencia, lo que le dará mayor valor al trofeo.

Por como afrenta mi retadora mirada sé que presentará batalla, se sabe mi rival des de este mismo instante, vamos a ver quién mea más lejos.

Bajamos corriendo las escaleras hasta llegar al andén de la entrada Oeste. Quién no esté a la hora indicada se quedará en tierra y no puntuará. El tren pasa lentamente a lo largo del andén y los iniciados comienzan a embarcar con su correspondiente fusil con munición no letal y marcadores fluorescentes para delatar los impactos. Uno de ellos lo identifico de inmediato, la espigada figura del iniciado que más detesto se acerca al vagón, su casi metro noventa va acelerando con gran habilidad y salta al interior del habitáculo en movimiento aterrizando a mis pies, lo primero con lo que se topa es con mi cuerpo bloqueando le el paso.

Nuestras miradas se encuentran en un duelo de Titanes, si quisiera tan solo un movimiento mío y volvería de vuelta al andén, pero me aparto y lo dejo pasar perdonándole la vida con gran dosis de auto control. La tensión se puede cortar con un cuchillo en estos momentos, así que me dirijo a Christina para que forme los grupos dejando le el control del ejercicio y como única norma que Eaton lo quiero en mi equipo. Lo miro de soslayo y mi subconsciente me aconseja sabiamente, tener a mis amigos cerca y a mis enemigos aún más cerca.

Llegados al lugar de encuentro cerca del muelle, los dos grupos nos separamos dándonos unos minutos para debatir estrategias a seguir. Eaton parece nervioso, sabe que lo tengo en el punto de mira.

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