Bully (Ashton Irwin Fanfic)

Capitulo 15

"Mierda" -es lo primero que pienso en cuanto mis neuronas vuelven a funcionar tras la visita del chico misterioso.

Mis piernas rehacen el camino a mi cuarto lo más rápido que pueden, mi respiración se agita. Recuerdo entonces que he dejado las pinzas del pelo encima de la impresora, pero me da igual; no pienso volver, ya llego demasiado tarde.

Tomo el bolso y respiro hondo un par de veces. Rose no está en el cuarto, por suerte. Suelto la pequeña nota que me dio el chico misterioso dentro del bolso y vuelvo a bajar corriendo las escaleras para correr hacia el aparcamiento del campus.

Echo un vistazo a mi reloj de muñeca y el pánico recorre mis venas. Faltaban diez minutos para las ocho. Ashton va a matarme.

Acelero la carrera todo lo que puedo y me alegro de no llevar tacones, pues ya he estado a punto de caerme tan solo con las sandalias. Cuando llego al parking, le veo cruzado de brazos, apoyado en el capó de su coche y mirándome de forma asesina.

-Lo sient...

-Tranquila -dice con un claro tono de enfado. Pestañeo sorprendida y confusa. ¿No iba a regañarme con alguna de sus frases mordaces y sin gracia? Sus mandíbulas se aprietan y veo los músculos de sus brazos tensarse. Retrocedo un paso, algo asustada, pero su voz vuelve a detenerme-. Tranquila, no importa.

Ahora parecía casi tranquilo, sin embargo, algo me dice que no me ha matado ni me ha regañado porque quizá teme que me de la vuelta y le deje tirado. Sin decir nada más, abre la puerta del copiloto y con un gesto de cabeza me pide que entre.

Para qué negarlo, prefiero que me grite a que actúe de esa forma.

Entro en el coche, aferrándome a mi bolso para tratar de encontrar algo de seguridad en aquel momento violento e incómodo. Ashton se sienta de piloto y arranca sin decir una sola palabra.

Tras cinco minutos de viaje en un incómodo silencio, el nudo en mi pecho se hace tan grande que no lo puedo evitar y me disculpo. Odiaba que Ashton estuviera así, le prefería más agresivo.

-Lo siento, de verdad, tenía que llevar un libro a la biblioteca. No pensé que tardaría tanto, pero ya sabes como es la bibliotecaria...

Obviamente, no era toda la verdad, pero él no tenía porqué saber nada sobre el chico misterioso.

Sus manos aprietan el volante hasta volverse blancas y me encojo en mi asiento, asustada.

Estira la mano y por un momento creo que va a agarrarme, así que tomo aire. Pero no me toca, tan solo pone música en la radio y vuelve a agarrar el volante como si este tuviera la culpa de todos sus males.

Jamás le había visto tan enfadado, ni tan callado. Estoy asustada de verdad, pero tampoco puedo hacer nada para arreglarlo.

Miro la ventana para tratar de relajarme y olvidarme de aquella situación. La noche hacía rato que había caído, y sería bonito decir que había estrellas, pero como es una dichosa ciudad, no se ve ninguna, tan solo las luces de los edificios y de los coches pasando a toda velocidad.

-Esto es importante para mí, Lena -dice Ashton de pronto con tono frío pero tembloroso, como si le costar decir aquello-. Confiaba en ti, joder.

No pensé que aquello fuera a doler tanto, pero sus últimas palabras se clavaron en mí como pequeños puñales. Esperaba haberme reído, pues creí no importarle, pero suponiendo que yo soy un tipo de persona que quiere estar bien con todo el mundo, aquello supuso un golpe muy bajo.

-Pero no importa, seguro que mis padres no se toman mal el retraso, ¿verdad?

Esta vez sí le miro. No era enfado lo que había creído ver, sino miedo. ¿Ashton tiene miedo de sus padres?