Capitulo 23

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Todo el jaleo que se produjo en los bastidores tras el escenario me supera. No puedo evitar salir empujando a la gente para que me dejara pasar, pero aun así me cuesta salir, y cuando consigo llegar al pasillo, libre de todo aquel alboroto. 

Prácticamente corro hasta mi taquilla y cuando la abro, visualizo la mochila de Luke junto a la mía. Llegábamos tarde a las audiciones, así que decidimos dejarlas juntas para ir más rápido. Supongo que si su mochila aun está aquí es porque Luke sigue en el salón de actos.

Saco su mochila para alcanzar la mía y veo que hay un post-it pegado en una de las paredes de la taquilla. ¿Cómo demonios ha llegado ahí? Si alguien hubiera metido el post-it por la rejilla, no estaría pegado... Así que la única forma de que pudiera haber pasado eso es que alguien haya abierto mi taquilla.

Vuelvo a ojear la mochila de Luke, que ahora está en el suelo y el estómago se me revuelve. Él ha sido el último en abrir mi taquilla... Saco mi mochila de la taquilla junto con el post-it y vuelvo a guardar la suya. Cierro la taquilla de un golpe, perturbada por lo que acaba de ocurrir y salgo corriendo.

Creo que las audiciones que han sido demasiado agobiantes para mí. No sé cómo he llegado al gimnasio, pero aquí estoy, sentada en las gradas, observando el campo de baloncesto que ocupa el centro del edificio. Juego con uno de los anillos que llevo hoy. Me lo regaló mi abuelo cuando apenas yo tenía diez años.

«Si tú lo deseas, puedes ser cualquier cosa, Lenn. No dejes que otros te digan lo que hacer»
Me dijo aquellas mismas palabras cuando me dio el anillo que ahora rueda entre mis dedos hábilmente, como una bailarina que ha practicado infinitas veces sus giros. Detengo el movimiento del anillo para poder observarlo fijamente. Su superficie plateada y lisa me trae recuerdos de aquel día... Si tan solo pudiera verle y disculparme todo lo que he vivido estos últimos meses...

¿Desde cuándo he empezado a dejar que me controlen de nuevo? ¿Por qué todo el mundo me dice lo que debo hacer... y yo les hago caso?
-Lo siento –murmuro y dejo escapar una bocanada de aire.
Yo no quería participar en el musical. Yo no quería dejarme llevar por el estúpido de Ashton Irwin... pero aquí estoy, justo dónde él me quiere. ¿Y qué pasa con lo que yo quiero? ¿Qué pasa con mis sueños?

No me he dado cuenta de que llevo varios segundos con los ojos cerrados, pero cuando los abro, lo único que veo es oscuridad. Alguien ha apagado las luces del gimnasio y el corazón empieza a latirme con rapidez. 

¿Me han dejado encerrada aquí dentro?

Me pongo el anillo con rapidez y tanteo el suelo con los pies para buscar mi mochila. Cuando la encuentro, me la cargo al hombro y trato de bajar las gradas tanteando a todos lados.
"No te asustes. Empezarás a ver en unos segundos. Solo tienes que acostumbrarte a la oscuridad" –me digo a mí misma mientras poco a poco bajo los escalones de las gradas.
Sin embargo, tropiezo con algo en mitad de la oscuridad y me precipito al suelo. Grito, oigo mis gafas caer al suelo. Una de mis rodillas empieza a escocerme, al igual que los nudillos de mi mano izquierda.

Con la mano contraria trato de buscar mis gafas en el suelo, pero si ya me era difícil ver en plena oscuridad, más me resulta ahora, que tan solo veo sombras borrosas. 

Tanteando el suelo, toco las patillas de mis gafas... y no solo eso, si no que también toco lo que parece ser la mano de alguien, que también las estaba cogiendo.

-¿Hola? ¿Quién eres? –pregunto ligeramente asustada. Probablemente sea el conserje que tan solo pasaba por allí. Eso explicaría porque la luz se apagó de repente... pero no contesta, tan solo me acaricia la mano y automáticamente sé quién es. El chico desconocido- ¿Puedes devolverme las gafas?

Bully (Ashton Irwin Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora