Diario de las metamorfosis de Farfalla Samsa No. 3

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Presiento que ésta será la última ocasión en la que escriba en mi viejo diario de la niñez, olvidado hace ya tiempo en un cajón y encontrado por accidente al hacer mi maleta. El mundo ha cambiado tanto como lo he hecho yo. Al lado de Jean como mi esposo he dejado de ser la niña ingenua y sufrida, enamorada del amor. Una devastadora Guerra Mundial amenaza este mundo y no podemos quedarnos de brazos cruzados.

Es curioso pero ahora más que nunca he pensado en Leo. Mi hermoso chico de ojos verdes de Beethoven, de cabello ondulado de Chopin y barba adolescente de Brahms. Él es habitante de un mundo extinto, destruido por la codicia humana. Sé que él vive, sueña y ama en algún lugar, acompañado de alguien tan puro y soñador como él. Cuando la violencia de la guerra retratada por mi cámara es tan avasallante que no puedo soportarla, pienso en él.

Lo recuerdo con cariño, no como un fantasma, sino como parte de mi pasado, así como Jean es parte de mi presente y mi futuro. Puede que ése sea el amor del que hablaba Liszt en su tercer nocturno "O lieb, so lang du lieben kannst". El amor incondicional maduro es el tema de esta magistral obra tan esperanzadora. El poema de Ferdinand Freiligrath en el que está inspirado versa así:

"¡Oh, ama, ama mientras puedas!
¡Oh, ama, ama mientras te guste amar!
Llegará la hora, llegará la hora
en la que sobre las tumbas te lamentarás."

El mundo que antes conocíamos se ha cubierto de tumbas. Mi pueblo muere, la humanidad se está consumiendo a sí misma. A los dirigentes no les basta tanta riqueza y cada vez necesitan más para llenar ese vacío. Planean conquistar el mundo cuando no se han percatado que su alma la perdieron hace ya tiempo.

Una profunda lástima es lo único que puedo sentir por estas personas. Sólo puedo rezar para que los presidentes y autoridades recapaciten. Tal vez un día se miren al espejo como realmente son y noten que son los más miserables del mundo.

¿Qué parte nos toca a cada uno? Amar. Amar mientras se pueda. Dejar constancia de ese amor, comunicarlo y dejarlo ir para que se expanda y lo llene todo con su luz. Ese es el amor que nació con Leo, que creció con Jean y que muy posiblemente muera conmigo y mis amigos.

He tenido una hermosa vida. No temo entregarla porque sé que su propósito estará cumplido. Las mariposas se desvanecerán en noviembre, pero volverán con la primavera.


Farfalla Samsa


Espejo Místico y lo que dejó una devastadora Guerra MundialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora