-Nathan, cariño, sal de ahí.
-No, mamá. -se escuchó la voz apagada de Nathan al otro lado de la puerta. -Supongo que... al final si fui un estúpido.
-Nathan. Ariana está preocupada por ti. -dijo su madre, mirando a la chica dormida en el suelo. Mantenía un cuaderno aprisionado entre sus brazos. -Sal ya. Incluso se ha dormido aquí afuera.
-No me importa. Lucas era muy importante para mí. Es estúpido llorar por un perro, pero... supongo que no puedo evitarlo.
-No es debilidad, cariño. Se llama tener sentimientos. Ahora sal de ahí. Mañana tienes clases. Ambos las tienen.
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El deseo a una estrella
Historia CortaQuerido Diario: Yo amaba ver las estrellas. Amaba vivir en mi mundo en soledad. No me importaban las burlas de los otros mientras pudiera seguir apreciando el firmamento. No me importaba que papá casi nunca estuviera en casa. No me importaba que mi...