Sesenta y cinco. Heka

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Querido Diario:

Mañana volveré a clases. Al parecer el domingo será el cumpleaños de la pequeña Lucy. Cumplirá ocho años. ¡Pero qué rápido crecen los niños! Habrá una fiesta, e invitará a todos sus amigos. Lucy es una niña muy sociable. Es todo lo opuesto a lo que yo era a su edad.

La señora Reagan me dijo que la sentencia de mi padre había sido decidida. Dos años de cárcel. ¡Dos años! Quise llorar cuando escuché aquello. A pesar de todo, es mi padre, y yo lo quiero. Todo lo que pasó fue duro para él, duro para mí. Pero las cosas pasan por alguna razón. Estuve cabizbaja el resto del día. Cuando Nathan volvió de clases, él notó mi estado de ánimo.

Pero Nathan debe ser alguna maldita cura para la tristeza. Porque se encargó de animarme mejor que nadie.


El deseo a una estrellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora