Querido Diario:
Hoy fue el primer ensayo en el que Nathan debia besarme. La forma en la que actúa y se mueve con gracia por el escenario son increíbles. Casi quise aplaudir. Nathan no me besó, solo lo fingió. Pero escuchar su voz actoral protagonizando a Romeo, me hizo sonreír por el resto del día.
Yo, por mi parte, me esforcé para hacer mi papel de Julieta. Me sentí rara actuando, y solo pude ponerme nerviosa al pensar que cuando hagamos la presentación, aquel auditorio estaría lleno de personas mirándonos, juzgándonos, esperando a que cometamos un error.
Sin embargo, no fallaré. Me esforzaré para no dejar en ridiculo la obra y a Nathan. Haré lo mejor que pueda por él.
Aunque él no quiera estar cerca de mí.
ESTÁS LEYENDO
El deseo a una estrella
Historia CortaQuerido Diario: Yo amaba ver las estrellas. Amaba vivir en mi mundo en soledad. No me importaban las burlas de los otros mientras pudiera seguir apreciando el firmamento. No me importaba que papá casi nunca estuviera en casa. No me importaba que mi...