Querido Diario:
Hoy Nathan se ha vuelto a sentar conmigo a la hora del almuerzo. Pero no hablamos.
El señor Sanders nos ha hecho hacer un trabajo en parejas. Ya me había resignado a que me haría sola, hasta que Nathan apareció. Aún así, es como si cada uno hubiera trabajado por separado.
Ha estado conmigo a cada minuto del día. Pero no me dice nada. Entonces lo entendí.
La culpa y el remordimiento son lo único que lo ata a mí. Y por alguna razón, eso solo me lastima más.
El cielo está gris de nuevo.
ESTÁS LEYENDO
El deseo a una estrella
Cerita PendekQuerido Diario: Yo amaba ver las estrellas. Amaba vivir en mi mundo en soledad. No me importaban las burlas de los otros mientras pudiera seguir apreciando el firmamento. No me importaba que papá casi nunca estuviera en casa. No me importaba que mi...