Dieciocho. Benetnasch

378 43 0
                                    

Querido Diario:

Hoy Nathan se ha vuelto a sentar conmigo a la hora del almuerzo. Pero no hablamos.

El señor Sanders nos ha hecho hacer un trabajo en parejas. Ya me había resignado a que me haría sola, hasta que Nathan apareció. Aún así, es como si cada uno hubiera trabajado por separado.

Ha estado conmigo a cada minuto del día. Pero no me dice nada. Entonces lo entendí.

La culpa y el remordimiento son lo único que lo ata a mí. Y por alguna razón, eso solo me lastima más.

El cielo está gris de nuevo.


El deseo a una estrellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora