Niñera Por Error

Capítulo 12. La bolsa de Martín

—No, de ninguna manera permitiré que mi hermosa mascota pase por tal vergüenza—dijo Niall abrazando a Martín.

—¿Que vergüenza? ¡Es un animal!—grité histeria.

—Tu también eres uno, ¿porque mejor no vas tu y lo haces?—respondió el rubio enviándome una mirada reprochadora.

A ver Cora, cuanta hasta 10, tu puedes hacerlo, solo respira.

—Bien—dije al cabo de 5 minutos donde tuve que contar hasta el 100—lo haré yo.

Entré al cine con la poca dignidad que me quedaría en un momento y comencé a gritar que fuera del lugar estaba Maddona dando autógrafos gratis y cantando mientras hacía twerk con Miley Cyrus.

Como todos muy bien saben, una manada de personas corrió directo al lugar que había señalado entre ellas, Perrie y Zayn.

Perrie
(Antes del grito de Cora)

Miré al morocho de mala gana. ¿Porque quizo ver esta película? De todas las opciones que le di, de todas las películas que habían, de toda la drama que pudo elegir, eligió Pixel ¡Pixel! ¿Acaso el hombre no entiende que quiero un poco de romanticismo en nuestra relación? Siento como si yo fuera la única poniéndole empeño a esta.

—¿Que quieres de tomar Pers?—preguntó abriendo su billetera de la cual salió una mosca. Literal.

Lo miré enfurecida ¡Como es posible!

Rechinando los dientes y con una muy mala actitud saqué de mi bolso una billetera Coach que me había regalado un ex novio hace años. A ver si con eso él entiende la indirecta.

—Perrie—me llamó la atención cuando ya teníamos las bebidas y las palomitas.

Lo miré con un brillo en los ojos ¿Acaso se dio de cuenta del regalo de mi ex? ¿Se puso celoso? ¿Irá a buscarlo y partirle la cara para que me deje en paz? Tanto estuve pensando hasta que una sonrisa idiota surgió de mis labios.

—Tienes un grano en tu frente—dijo bebiendo de su soda.

Abrí mi boca indignada ¿Como se atreve?

Sentí como mis ojos comenzaron a cristalizarse de pronto pero obligué a esas lagrimas que querían salir en no hacerlo. No puedo dejar que me vea débil y frágil, no, por ningún motivo.

—Oh mira, es Carla—dijo Zayn señalando a una chica morena, alta y delgada, demasiado para mi gusto.

—¡Zayn! Querido, gusto en verte, pero mira que guapo estas—lo tocó la muy perra y un impulso de comenzar a golpearla se apoderó de todo mi cuerpo, pero no, soy una dama, las damas no...

—¡QUITA TUS SUCIAS MANOS DE MI NOVIO!—chillé cuando vi como le tocaba el rostro y reía como si yo no estuviera aquí presente—mi propiedad, MÍO—grité aferrándome a él.

Todas las personas que habían presentes se nos quedaron viendo. Por favor, como si jamás hubieran visto a una chica tratando de defender lo que es suyo. Apuesto a que la mayoría lo ha echo.

—Perrie, tranquilízate ¿quieres?—me susurró Zayn antes de soltar una risita nerviosa—lo lamento mucho Carla, perdónala, es que está en sus días, ya sabes.

—Ah, claro, claro—asintió la chica un poco asustada—bueno, creo que me voy, mi novio me está esperando—lo señaló y un chico robusto, con un poco de barba, grasoso, de tez casi igual que la de MI Zaynie y una moña en la frente también parecida a las veces que MI Zaynie la tiene, comía plácidamente una cubeta de pollo frito.

—Le mandas saludos—sonrió Zayn antes de depositar un beso en su mejilla la cual se tornó de un rosa carmín.

¿Acaso Zayn quería hacer que me fuera? ¿Qué me alejara? Pues si ese es el caso que solo lo diga y que deje de lastimarme los sentimientos.