Capítulo 14. Sophia Smith

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3 meses antes

Estaba molesta, muy molesta y se le reflejaba en los ojos, jamás la había visto así.

—¿Cómo que te vas?—preguntó viendo la maleta a mi lado—¿A dónde irás? ¿De qué vivirás? Eres menor de edad Cora, ¡Suelta la maleta!—le gritó a Calvin el chofer quien había tomado mi valija en manos.

—Si señorita Wilkins—hizo una reverencia y se posó a mi lado.

A ver Cora, tú puedes, solo dile, dile que no quieres trabajar con ella, dile que no te gusta la moda, que te gusta la aventura, el peligro, ser libre, y no ser una muñequita de porcelana la cual pueden controlar cuando gusten. Me armé de suficiente valor y dando un paso adelante dije lo que tenía pensado decir.

—Mamá, eres increíble y te amo, pero, lo siento, no quiero trabajar contigo, odio la moda y lo sabes, me gusta vestir cosas cómodas y no fresas, no soy una modelo y jamás lo seré, me gusta comer comida chatarra, me gusta reír como retrasada, me gusta pasar mis tiempos libres leyendo y no estando caminando con unos tacones de muerte en una pasarela, me gusta tener el cabello despeinado y me gusta pasar todo el día encerrada en mi habitación viendo Vines, escuchando música o imaginando estar en un gran estadio donde las personas griten mi nombre.

Sentía que por cada palabra que decía le clavaba un puñal en el corazón a mi madre, lo menos que quería hacer en este momento era lastimarla, irme sabiendo que le estoy rompiendo el corazón me hace trizas pero no me deja de otra, quiero ser yo la que elija, no ella, quiero ser yo la que cumpla mi sueño, no el de ella, solo quiero ser yo.

—Pero Cora, querida—dijo mi madre acariciando mi cabello—no tienes que ser modelo si no quieres, puedes ser otra cosa, ayudarme con los diseños de primavera, ser asistente de fotografía, ayudarme con las fechas, tienes muchas oportunidades de las cuales hay personas que mueren por ellas.

—Lo se mamá, me lo has dicho mil veces pero, entiende, ese campo no me gusta—dije y ella dejó de acariciar mi cabello para mirarme seria.

—Ni siquiera has terminando tus estudios Cora, por lo menos espera a que....

—¿A qué? No mamá, se como eres, se lo que pretendes, y mientras más lejos me vaya mejor será para ambas.

Mis ojos comenzaron a cristalizarse, no podré irme si sigo aquí parada, si sigo mirando el rostro inexpresivo de mi madre, de la mujer que me crió desde que tenía 16, que tuvo que dejar a un lado sus estudios por mi, por "una metida de pata" pero aun así, luchó, luchó por sus sueños y lo logró.

—Solo, intenta entenderme—dije tras un largo silencio—te quiero—dije tomando la maleta y caminando a la puerta de entrada. Volteé a ver a la figura que estaba de espaldas y suspiré—hasta luego—susurré antes de salir de la casa.

Una nueva vida, un nuevo comienzo.

—Cora—me llamó Louis y yo sacudí mi cabeza para mirarlo—se están quemando los panqueques—señaló.

—Lo siento—dije apagando la estufa—solo estoy un poco...—bajé mi mirada—no importa.

—¿Quieres hablar de ello?—preguntó jalando dos sillas de la barra—solo si quieres.

Lo miré por un instante y minutos después estaba contándole como me había enfrentado a mi madre. Le dije además que no he hablado con ella desde entonces y que no pensaba hacerlo ya que todavía pienso que debe de estar molesta.

Niñera Por ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora