Niñera Por Error

Capítulo 29. Maria Cupido Frankenstein

Mierda, mierda y más mierda.

Estaba petrificada, temía por mi vida ¿Cómo llegué a esto? ¿Cómo puede tenerle miedo a esa mujer delgada como tabla de surf?

—¿No me saludarás gatito?—preguntó estirando sus brazos hacia Harry.

—Um, si, hola—dijo rodando los ojos.

—¿Quién es ella?—preguntó señalándome con la mano. Tragué saliva.

—Soy...—iba a decir pero Niall me interrumpió.

—Prima lejana de Martín—sonrió como si esa mentira fuera creíble.

—Es mi prima—suspiró Harry—una muy lejana—me miró para que dijera algo. Solo asentí.

Taylor se me quedó mirando por unos segundos que para mí parecieron horas eternas.

No se lo está creyendo pensé todavía sonriendo.

—Mucho gusto—dijo Taylor al cabo de unos minutos—soy Taylor Swift, novia de tu primo Harry—lo abrazó y este se separó al instante.

—Taylor—dijo Harry en tono de advertencia.

—Esta bien, está bien—volvió a posar sus ojos azules en los míos—soy su ex, pero su ex favorita—pestañeó encantada ante el título que usó.

—El gusto es mío—dije en voz baja y delicada, nada como la mía.

—¿Cómo te llamas linda?—preguntó sentándose en uno de los sofás sin indicación mía o de ellos.

—¿Cómo me llamo?—pregunté nerviosa. Miré a los otros quienes hacían señas para que continuara—pues muy bien tengo nombre—sonreí—y uno muy lindo.

—Dilo—sonrió mucho más grande, como la primera vez que la conocí—nadie va a morderte, hoy es martes, yo muerdo los miércoles.

—Me llamo...—miré a mi alrededor—umm...me llamo—vamos Cora, piensa—María—sonreí—eh, María...Cupido...¿Frankenstein?

—¿María Cupido Frankenstein?—repitió Taylor incrédula—¿Acaso eso es un nombre?—le envié una mirada a los chicos pidiendo ayuda. Hasta el canguro hizo un Facepalm con su cola.

—Oh Dios, mi prima tan chistosa—comenzó a reír Harry quebrando la tensión y muy pronto los otros le siguieron el juego, hasta Taylor comenzó a reír—ya enserio Nina—me guiñó el ojo con disimulo—dile tu verdadero nombre.

—Esta Nina—rió Liam forzadamente. Parecía una foca retrasada—descuida Taylor, cuando la conocimos hizo lo mismo, se inventaba nombres absurdos.

—Si, cuando la conocí dijo que se llamada Martín Canguro Grinch—dijo Niall.

Niall, cállate por favor.

—Jeje, sip, así soy yo, la cambia nombres—reí nerviosa—bueno, si me disculpan necesito hablar con mi primo en privado acerca de la razón de mi estadía, con su permisito—tomé a Harry del brazo y lo jalé hasta la cocina—¿Tú prima? ¿Enserio?

—Hey, te salvé el trasero—se justificó.

—Agh, bien, como sea—pasé las manos por mi rostro frustrada—¿Sigo siendo su niñera? ¿Cierto?—él asintió—¿¡Entonces porque mierdas trajeron a Taylor aquí!?—comencé a golpearlo con mi mini cartera—¿Acaso están locos? ¡Me comerá viva si se entera que soy yo!

—¡Cora!—lo miré seria—digo, Nina, escucha—dejé de golpearlo—la llamamos para ver si podíamos resolver este problema de leyes de una vez por todas.