Capítulo 35. Travesti, Modelo y Libres

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Cora

—¡Suéltalo!—gritó Calum golpeándome con el palo de escoba. Segundos después le metí al palo por la boca y este salió corriendo como perro en pena.

—¡TEN PIEDAD!—gritaba Michael tapándose el rostro.

—¡Esto se supone que sea un restaurante familiar!—regañaba por otro lado el dueño de este maldito lugar.

—¡Mi teléfono estaba en el auto!—grité mientras lo seguía golpeando—¡Muy pronto ya no tendrás cabello para teñírtelo!

—Lamentamos tanto el alboroto, prometo que saben comportarse, es que están algo can...¡CORA SUELTA EL CABELLO DE MICHAEL AHORA!—ordenó Ashton.

—Por alguna extraña razón esta pelea me trae recuerdos de mi infancia—dijo Luke tomando una bebida que le había dado el travesti.

—¡SALGAN DE MI ESTABLECIMIENTO SI NO QUIEREN QUE LES VUELE LOS CESOS COMO LO HACEN EN THE WALKING DEAD!—gritó el dueño. Así que "accidentalmente" lo golpeé con el palo de escoba haciendo que saliera disparado por la ventana y cayera por la gran colina que había.

Esto me suena a demanda.

—¡Póngase hielo! ¡Quitará la inflamación!—gritó Ashton viendo cómo el hombre seguía rodando como Alex el león en Madagascar.

—Bien, tomemos todo y larguémonos de aquí—dijo Michael con un saco que no se de donde lo sacó.

—¿Cómo nos iremos Michael? Dinos, ¡SI POR TU CULPA ESTAMOS SIN AUTO EN EL MEDIO DE LA NADA!—grité y me volví a lanzar sobre él—¡ME DEBES UN TELÉFONO NUEVO, UNA TARJETA DE CRÉDITO NUEVA Y UN CUPÓN DE YOGURT!

—¡Deja de comportarte como una niña caprichosa!—me tomó de hombros Calum separándome de Michael alias Calvo Clifford.

—Si quieren yo los puedo ayudar—se ofreció el travesti—Pero nada es gratis, duh.

Suspiré.

—Si es la única opción que tenemos—me pasé las manos por mi rostro frustrada—¿Qué tenemos que hacer?

—Dame tu sostén—dijo directo y me dieron ganas de abofetearlo—No me mires así, se nota que tienes relleno y yo quiero que mis pechos se vean grandes también.

Los chicos comenzaron a reír a carcajadas y yo me sonrojé.

—No tienen relleno—murmuré apenada—Y no te daré mi sostén, pídeme otra cosa, ¿Y si te regalo a Calum? Míralo, parece un cachorrito. Es obediente, apapachable, no tiene pulgas y está vacunado.

—En realidad, no estoy vacunado y tengo piojos—informó.

—¿Qué dices?—pregunté golpeando a Calum—Después trabajaremos en tu problema de pulgas—susurré.

El travesti lo miró.

—Hecho—estrechó mi mano hacia mi.

—¡No lo hagas Cora!—me abrazó Calum—Prometo comportarme bien, prometo sentarme cuando me lo órdenes, prometo ya no orinarme dentro de la casa, prometo comer las cenas que haces aunque me hagan ir al baño ¡Pero no me vendas!—comenzó a llorar.

—Está bien—dije irritada—Entonces un beso de los cuatro.

—¡NO!—gritaron todos al unísono.

—¿Y si mejor los violas y ya?—pregunté—Haría de las cosas mucho más fácil.

—Bueno—dijo el travestí—quizás si aceptan en salir a una cita con mi soltera y patética hermana me daré por buen servida ¿Qué dicen?

Niñera Por ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora