Parte 44

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Maude se dio cuenta de que estaba embarazada, por supuesto. Era imposible ocultarle nada. A la mañana siguiente, cuando _______ perdió el desayuno y tuvo que tumbarse en la cama, Maude confesó que lo sabía. Lo que no confesó fue que había revelado sus temores a Siva.

Lanzó una mirada furibunda a ____ con los brazos cruzados.

—Jay está en el granero, con los del rodaje. Vete a decírselo ahora mismo o lo haré yo.

—¡No le dirás nada! —exclamó ____ con furia, secándose la cara con una toalla húmeda—. Tengo que pensar.

—Y él también —fue la brusca respuesta—. Es hijo suyo. Querrá tenerlo.

_______ no estaba muy segura de eso; Jay no había hecho más que rehuirla desde su regreso de Japón. De hecho, solo se presentaba en el rancho para acompañar a Tippy. No se le ocurría pensar que Siva también se pasaba por allí y que Jay podía estar celoso.

—Casi siempre está con Tippy —dijo con un suspiro—. Además, cualquier día de estos pedirá el divorcio. No es justo robarle la pequeña oportunidad que tiene de ser feliz.

—Ay, pequeña —resopló Maude—. No tengo nada en contra de Tippy, ha sido amable con nosotras, pero le arruinaría la vida a Jay. Él nunca encajaría en su mundo. Ni tú en el de Siva —añadió.

—La decisión es de Jay, no mía.

Maude suspiró.

—No puedo discutir contigo, ¿verdad?

—No sirve de mucho —sonrió con suavidad—. Pero supongo que tienes razón. No es algo que pueda ocultarle mucho tiempo.

—Cierto —señaló Maude, y miró por la ventana—. Está de pie delante del granero, con Gary y con Tippy. Puedes alcanzarlo antes de que se vaya.

—Me costaría menos alcanzar la luna —farfulló ____—. Está bien, está bien, ¡iré! —se levantó de la cama y siguió a Maude por el pasillo.

Maude le abrió la puerta de atrás con un brillo travieso en la mirada.

—No te hagas demasiadas ilusiones —le dijo _______ mientras salía—. Ya sabes que Jay no es un hombre de familia.

—Espera a que sostenga en brazos a ese bebé.

____ confiaba en que Maude estuviera en lo cierto. Pero tenía un mal presentimiento, y se agravó a medida que se acercaba al granero. ¿Y si Jay no le creía? Peor aún, ¿y si pensaba que el bebé era de Grier?

Aun así, le resultaría imposible ocultar su embarazo en Jacobsville, Texas, donde todo el mundo se conocía. Sería mejor que zanjara aquel asunto de una vez por todas. A fin de cuentas, no tenía muchas alternativas...

Al doblar la esquina del granero, se quedó helada. Gary, el ayudante de dirección, estaba soltando impertinencias a sus cámaras y técnicos de sonido. Lo vio lanzar una mirada asesina hacia el granero y darse la vuelta, asqueado. A _______ le extrañó aquella reacción, hasta que distinguió el interior en penumbra. Jay estaba recostado en uno de los establos, y Tippy se inclinaba hacia él, con su hermoso cuerpo prácticamente unido al de Jay, mientras se besaban con algo parecido a la desesperación.

____ sintió náuseas. De ninguna manera entraría allí a decirle a Jay que no podía divorciarse de ella porque estaba embarazada... no cuando era evidente que tenía una relación física con Tippy. ¡Era imposible negar un beso como aquel! ¡Y Jay le había asegurado que no deseaba a Tippy!

Se dio la vuelta y regresó por donde había llegado sin hacer ruido. Las lágrimas la cegaban mientras avanzaba con paso rígido a su vieja camioneta y se sentaba detrás del volante. Sacó la llave extra que guardaba debajo de la alfombrilla y arrancó. Se alejó sin preocuparse por su permiso de conducir ni por el recibo del seguro, ni siquiera por su bolso.

La historia de EL Y ELLA...~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora