"No sin motivo los antiguos decían que en el fin se encuentra el inicio"-Vasili Grossman "Mil rutas se apartan del fin elegido, pero hay una que llega a él"-Michel E. de Montaigne
Era una de esas mañanas muy frías en Rusia, me levante prepare el café, me bañe, desayune el café y agarre mis cosas para ir a clase. No era muy social, pero amaba la arquitectura de Moscú, algunas noches en las cuales me sentía muy sola iba a un bar que quedaba a unas cuadras del apartamento y tomaba un poco mientras algún artista tocaba el violín o recitaba algún poema, era una gran y linda ciudad, aunque cuando lo extrañaba muchísimo esta ciudad parecía gigante y horrible. Liz no me llamaba, simplemente me escribía cartas, presiento que algo malo estaría sucediendo, pero tal vez podían con ellos y por eso no me lo decía.
Mis clases me aturdían, suerte que llevaba café extra, todas las personas eran más mayores que yo, se notaba bastante la diferencia, cuando recién había entrado, un profesor pensó que le estaba tomando el pelo, ya hacía bastante tiempo que me encontraba aquí.
Algunas veces el me llamaba, casi siempre me llamaba el, yo no podía llamarlo dado que escuchar su voz me hacia extrañarlo mucho y conociéndome lo llamaría muy seguido así que no pude.
-Lux, vamos a ir a almorzar a un restaurante cerca de La Plaza Roja ¿vienes?-me pregunto Milenka, era una chica rusa, no pertenecía a Moscú ella había venido de un pueblo el cual no me acuerdo.
-No gracias-le respondí con una sonrisa, ella era muy amable, era a la única que le caía bien, digamos que me había metido en la mente de las otras chicas y hay muchos insultos en ruso a mi persona.
-¿Qué tiene de divertido para hacer una chica americana en Rusia?-me pregunto sonriendo.
-Estar en casa tranquila...
-Y sola-me completo mis palabras-ven con nosotras.
-No gracias, de verdad Milenka pero no-le respondí dándome la vuelta saludándola con la mano, al parecer pronto comenzaría a llover.
Entre al departamento y tire mi bolso al sillón, pero mi poder me advirtió que había alguien más dentro del apartamento. Mierda debían ser mas cazadores que me encontré una noche ne el bar, les había borrado la memoria para que no me recordaran, como me podían encontrar de nuevo.
Camine sigilosamente revisando todas las habitaciones del apartamento, solo quedaba la de mi dormitorio, al entrar había un hombre de espaldas, una sonrisa instantánea se formo en mi rostro al reconocer a quien se encontraba hay, rápidamente me tire a su espalda y caímos los dos juntos a la cama, quedamos cara a cara, hacia tanto tiempo que no lo veía, su barba había crecido un poco, pero lo demás seguía igual.
-Hola-me dijo besándome y o dios se sentía tan bien besarlo después de tanto tiempo.
-Hola-le respondí cuando nos separamos para poder tomar un poco de aire y lo volví a besar, esta vez profundizando el beso, en un abrir y cerrar de ojos el ya se encontraba sobre mi.........................................
Derek se había dormido, de seguro el jet lag, mas lo largo que es el viaje le afecto, era tan lindo verlo dormir así que lo deje durmiendo, me levante y me coloque su camiseta, camine hacia la sala de estar, por el ventanal se podía observar la ciudad bajo lluvia. Sentí unos brazos rodear mi cintura y recargue mi cabeza en su pecho desnudo.
-Pensé que tenias sueño-le dije mientras los dos mirábamos por el ventanal, el tenia su cabeza apoyada sobre la mía.
-Un poco simplemente-me contesto dándome un beso en la cabeza-cuando compre el apartamento, siempre pensé en nosotros en un momento así.
-Yo lo pensé la primera vez que puse un pie aquí-le dije y me gire quedando frente a frente con su hermoso rostro-te extrañe.
-Yo tambien te extrañe mucho mi amor-me contesto abrazándome.
-Derek... desde hace días siento, que pasa algo en Beacon Hills y debemos volver-le dije levantando la cabeza y mirándolo, el me beso.
-Capaz deberíamos volver-me dijo suspirando.
Nos encontrábamos sentados en el sillón que daba frente al ventanal acostados los dos juntos y tapados con una manta-sabes eh descubierto algo-le dije con una sonrisa en el rostro-Rusia es más hermosa contigo. Nos empezamos a besar y de pronto viaje a una visión o algo así, no comprendía muy bien era tan borrosa.
Me había despertado en la noche y con dolores-Derek-le llamaba, el rápidamente se levanto y me miro con cara sorprendida sin decir nada se levanto, me ayudo a levantarme a mí, tomo un bolso y nos subimos a su camioneta, baje mi vista a donde provenía el dolor y oh dios, tenía una gran enorme barriga de embarazada.
De nuevo todo se volvió borroso y ahora nos encontrábamos Derek y yo en un cuarto, el cual parecía decorado para niños, dos llantos provenientes de dos cunas nos llamaron la atención, cada uno se dirigió a una cuna, al enfrentarme a la cuna, un bebe con una de esas ropas que le cubren todo el cuerpo espeto las manos y el cuello junto con la cabeza, ni idea como se llama eso, lo tome en mis brazos delicadamente, una vez en mis brazos mire hacia la dirección de Derek y tambien tenía una ropa igual a esta, solo que con color rosado y el que mantenía en mis brazos era celeste, iba a decir algo pero todo volvió a ponerse borroso.
-¿Viste lo mismo que yo vi?-le pregunte a Derek con los ojos muy grandes, el al parecer tenía una gran sonrisa en su rostro la cual me contagio.
-Si-me contesto con una gran sonrisa para luego besarme.
Que largo que hice esto, pensaba hacerlo mas corto, pero pensé oh dios tiene que saber de la existencia de esa visión, entonces que les pareció, espero que les haya gustado y les digo que no pondré que está completa, dado que no lo está, falta mucha historia más. Besoos