Duerme poco,
y lo poco que duerme no sueña.
A veces la carne se le queda en calma,
para que le camine el alma.
A veces la piel se le priva al dueño,
y el se observa ausente.
A veces los huesos,
se le hacen los muertos,
no le dejan despertar.
A veces duerme, con un libro en las costillas,
un sacapuntas por el cuello,
y un lápiz deprimido.
A veces esperando a Morfeo.
A veces por si llega la musa.
A veces por si no.
A veces abre las cortinas,
Y solloza con la luna en las pupilas,
A veces aparece ella o cualquier otro astro.
llega con maletas de quimeras,
A caminar por sus ojeras,
El cierra con sal los párpados y la deja fuera.