Salí de casa a fumar
Con el deseo de echarme un ratito en la yerba
Terminé sentado a unos cuántos metros
A la sombra de la maleza
Mientras los insectos encontraban
Un festín en mi piel
Prendí un cigarrillo para relajarme
Y el humo ha espantado a los desgraciados
y a los fantasmas también (decía mi abuela)
Me tumbe contra un montón de tierra suelta
Que me hacía sentir como si las roquitas se estuviesen incrustando
En mi espalda
A pesar de que no se sentía tan mal
En un largo respiro llevé a mis pulmones
una mescla blanca de alquitrán, nicotina
y aire con dióxido de carbono
Me he fijado en el cielo
¡Qué afortunado soy!, Dije cálidamente
Eh golpeado con el pulgar
El culo de mi último Marlboro
Y ha caído la colilla con el final del asesino
¡Que desdichado soy!, pensé
Suspiro un suspiro,
Cierro las pestañas exhalo y al abrirlas
Me sorprendo organizando las estrellas
Por tamaño y color
Buscando encontrar constelaciones
Justo cuando con tres enanas blancas
creí descubierto el arco de sagitario
Me di cuenta que los puntitos plateados
bien podrían estar dibujando tu nombre
inmenso, inmerso en esa gran pizarra estelar
que estas tres brillantes lejanas
Que creí un arma del zodiaco
Podrían tal vez ser puntos suspensivos
colocados al final
Me puse de pie,
Sonreí espontáneamente a nadie
Regrese a la hamaca,
leí un poco de Medardo Ángel Silva
Y me acosté a dormir
A intentar digo, sino ahora, no estuviese aquí..