Ella no usa máscaras de polvos,
No se maquilla a una estrella!
el rubor se lo dan las sonrisas y las lágrimas,
sus ojeras de no dormir hablan más que sus silencios,
tampoco usa sombras brillantes de mentiras
sobre los párpados
tan solo el cobre de su raza,
Sus pestañas se alargan para morir en infinitos de euler
Sus labios aveces maltratados por el frío eran necesarios,
Asi admirar la resequedad oportuna de su boca
Llevando como una respuesta automática
de la biología de su cuerpo
a humedecerlos en su saliba
dejando a la vista un apretón mojado de fantasear.
¡como no amar el clima de está ciudad!
Sus uñas se decoran perfectas sin colores de barniz
mas bien de residuos de acuarelas
Todo truco inventado, toda chica
Con dizfras de brillantina
Queda ridiculizada cual aprendiz.
¿Cómo no amar los lunes?
Si vestia falda
¿si es preciso recordar?
¿cómo no amar mis ojos?
¡Si se hicieron para mirar!
Rutina suficiente obserbarla caminar,
Desde su pupitre de tras,
hacia la pizarra
sin fijarse en nadie
mientras en ella todas las miradas
En su cabello de noche sin luna
y en donde termina también,
En lo que hacen sus manos.
Y mientras
Yo masticaba su silueta
Excelsa entre labios
Y de nuevo al regresar a su lugar
verla voltear con esa algarabía de saberse superior
y saberla también
sin mirar a nadie
una media sonrisa en su rostro
Una mueca de satisfacion
y esos senos debatiendo mi mirar,
por donde quiera que la viera
ella es magia de verdad
y no necesita demostrarlo
tan solo basta con verla caminar.