Y si lo vas a decir,
sin rodeos hazlo de frente,
no uses quejas, ni contratiempos,
tú no eres cobarde,
aunque no te mire a los ojos,
¡mátame!
solo queda una oportunidad,
y se va volando,
déjame agonizando con una sonrisa,
¡dispara tu mejor tiro!
pero apunta al pecho,
entre el centro y la izquierda,
¡Por favor acribilla!
que esta es la única forma de acabarte.