¡NO ME TRATES COMO FAN!

05: PROMESA

Han pasado dos días desde que no sé nada de Zico o Mamá Woo. Me pregunto si ella se habrá enterado del incidente, si estará enojada conmigo.

Salgo a la bodega a comprarme un refresco, y cuando vuelvo, lo veo afuera del departamento.

- ¿Qué...qué haces acá? -pregunto sorprendida y nerviosa.

- ¿Quieres ir al parque?

- E-Está bien, sólo déjame cambiarme y...

- Así nomás, iremos a la vuelta, no a un lugar ficho -dijo y salió para tomar el ascensor.

Sí, claro. Como si estar con un polo simplón y pantalón pijama azul se viera bien lindo. Bueno, tampoco es como si fuera una cita o algo, y prefiero no hacerle enojar, no más de lo que posiblemente ya está.

Entro al ascensor con él, pero no hablamos. Sólo se podía escuchar la respiración de ambos, su mirada al frente, moviendo la cabeza por alguna canción que esté oyendo de su celular a través de sus auriculares. Que alguien traiga una tijera para cortar esta horrible tensión que hay en em ambiente. Esos cinco pisos fueron los más largos de mi vida, se supone que debería estar feliz de estar con alguien como él al lado, solos, en jn ascensor. Pero no, me siento como un conejo pequeño asustado al lado de un lobo que en cualquier momento me puede atacar, aunque, para mi alivio, todo se esfuma cuando las puertas se abren, y él sale primero, sin mirar atrás, y yo, tan obediente, le sigo los pasos.

Llegamos al parque. Me agrada que la zona sea tan tranquila, y al parecer no hay mucho acoso hacia su persona, pero eso tampoco le impide que no use sus lentes oscuros ni capucha. Me recuerda cuando solía salir con Ji Seok. Supongo que ambos deben proteger su privacidad.

- ¿Estás mejor? -casi doy un salto cuando de la nada decidió abrir su boca.

- S-Sí...ehm, yo quería disculparme por mi comportamiento de la otra noche, no fue mi intención el tratarte así. Y...tenías razón sobre lo que dijiste.

- ¿Qué dije?

- Sobre que dejara de pensar como fan. Tenías razón, me sentía culpable porque dañaste tu imagen de idol por salvarme pero... ahora, te agradezco que me hayas salvado. De verdad, muchas gracias y, a partir de ahora, te veré como Ji Ho, y sólo en televisión te veré como Zico, ¿está bien?

Veo que se frota sus manos, y mientras cojea un poco, asiente y me sonríe.

- ¿Has probado el helado que hacen en esa bodega? Realmente es deliciosa, ¿quieres?

- ¡Sí! -y le sonrío de vuelta. Me sorprende el rápido cambio de tema, mejorando un poco el ambiente entre los dos. Creo que su nariz resultó ser esa tijera que necesitaba hace unos momentos. Okay no, es broma, pero me alegro que estemos un poco mejor.

Toda la tarde la pasamos comiendo helado, jugando y conversando sobre nuestras cosas. Siento que ahora puedo conocer mucho más de Ji Ho, ya que durante estos meses solo vi a Zico.

Me acompaña a mi departamento y se despide haciendo una pose linda. Me mato de la risa, pero al verlo avergonzado, tapo mi boca y me disculpo, pero estallo de nuevo, y esta vez él me sigue. Se va, pero antes, me recuerda que debo ir a su casa a aprender otra comida, y algo sobre que los osos blancos van muy bien con mi estilo.

¿Osos blancos?

Espera... ¿estuve todo el día afuera en pijamas? ¡QUE VERGÜENZA!

Ya es un mes desde mi estadía en Corea del Sur, y debo decir que ha sido bastante bello, casi un sueño, comparado a mi expectativa sobre esto. Conocí a los Woo, me hice cercana con Ji Seok, su madre, y ahora siento que en cualquier momento la barrera entre Ji Ho y yo se demolerá.