¡NO ME TRATES COMO FAN!

34: ESCENA FINAL

- Ma... Ma... Madison... -Su voz pronunciando mi nombre, así como los pequeños empujones que me da, me hacen titubear mientras trato de salir del mundo ficticio para poder entrar a la realidad.

- Ji... Ji...

- Levántate ya, tengo hambre y se hace tarde. -se queja.

Giro mi rostro y estiro mis brazos. Bostezo para poder sentarme aunque siga algo ida, pues la noche anterior no pude conciliar el sueño a tempranas horas debido a ciertas preocupaciones que aún me atormentan.

- ¿Qué hora es? -pregunto mientras restriego el dorso de mi mano sobre mis ojos.

- Las ocho, te has quedado dormida. -toma mi mano y empieza a tirar de ella, arrugando el ceño, a lo que me niego- Vamos, hay que hacer el desayuno, que debemos acomodar lo que falta antes de que...

- Dame cinco minutos más...

- ¡Yah! -se queda de pie sobre la cama, para luego comenzar a saltar sobre el mismo sitio, haciendo que mi cuerpo dé ciertos botes- ¡Ya... le... ván... ta... te!

- Ya entendí, ya entendí... -bostezo, estirando mis brazos hacia adelante, con mi espalda chocando la cabecera de la misma- Deja de saltar, o terminarás cayéndote o, en el peor de los casos, lo romperás. -me hace caso, por lo que deja de brincar, se arrodilla y sale de la cama para avanzar hacia la puerta- Hey, ¿y mi beso?

Se detiene, gira y me brinda esa hermosa sonrisa que tiene, una que, tenga el humor que tenga, me alegra los minutos, las horas, el día, porque su sonrisa me basta para poder despegarme de esta cama, que aun me sigue tentando a seguir conspirando con las sábanas para no dejarla sola. Rodea la cama puesto a que estoy en el otro extremo, y al acercarse, deposita un beso en mi mejilla.

- Buenos días, Mamá.

- Buenos días, Ji Sun.

Ji Sun ríe, toma mi mano y, ésta vez sin negarme, me levanto completamente, dejándome llevar por ella. Entramos al baño, me pasa mi cepillo de dientes al igual que la pasta dental, lo tomo, le pongo sobre el suyo, imito el acto con el mío, y haciendo una cuenta regresiva, ambas nos aseamos.

Luego de terminar de hacer todo aquel proceso que se ha vuelto cotidiano para ambas, salgo del baño para que pueda ducharse en el tiempo que preparo el desayuno.

- ¡Ya estoy lista! -grita mientras se acerca corriendo y me abraza por detrás, dando un rebote de cabeza cuando ésta choca contra mi trasero.

- Ji Sun, no corras dentro del departamento o saldrás lastimada.

- Está bien.

Camina un poco hasta tomar una silla, retrocederla y sentarse sobre ella para poder desayunar. Le dejo sus waffles en su delante, a lo que ella se relame los labios mientras aplaude. Se parece tanto a él.

Me siento de igual forma en su delante, puesto que es una mesa pequeña para cuatro personas, aunque ahora seamos dos.

- ¿Cuándo vendrá papá? -me pregunta con inocencia, pero sé bien que, a pesar de su corta edad, capta rápido las cosas.

- No lo sé, amor, quizás en unos días, debe terminar su trabajo para que pueda pasar tiempo con nosotros. Por cierto, ¿dónde vas a querer que pongamos tus juguetes? ¿En tu habitación o en el otro c...?

- Tú y papá no se separarán, ¿verdad? -mira hacia su plato, cortando un pedazo de waffle para llevárselo a la boca después- Aunque se enojen con el otro, no quiere decir que papá se irá lejos de la casa, ¿verdad? No quiero que se alejen como Min Hyouk oppa y Sah Ra unnie. -susurra lo último.