30: TU Y YO...

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El fin de semana llegó, como siempre, excepto con su presencia. La noche anterior me dijo que iría a la casa de Jay a jugar unos videojuegos y que me vería por la noche todavía, lo que acepté. Es bueno que sea su amigo, o al menos que eso me hagan creer. Se siente bien que lo hayan aceptado como Ji Ho, pues ya casi ni se acuerdan o no hacen tanta mención sobre el mundo idol en el que Zico vive.

El desayuno está servido, llamo a los demás para que se sienten, una mala idea para comenzar el día. Aunque no es tanto una mala idea el hacerlo, siempre se hace, pero el problema es cuando te atacan con un tema del cual sabes bien, pero has querido huir, y no tanto por evitar el concepto en sí, sino evitar la vergüenza del mismo.

- ¿Ya sabes qué harás? Te falta un año y acabas la carrera -dice mi padre en un tono preocupado- y... no soy quién para impedirte las cosas, te he aceptado muchas como el tener enamorado y que pueda pasar tiempo en casa contigo.

- Pero eso ha sido logro de él mismo, mira que el primer día que se hicieron enamorados y dejó claro sus intenciones con ella -dice Gab, para luego llevarse su taza a la boca- es un chico muy maduro, no le veo el problema.

- Además ya están ambos en una edad que saben bien lo que quieren, no soy unos chiquillos, y si se han soportado cuatro meses, casi cinco, juntos, estarán bien. -Rita me observa y me guiña el ojo.

- Bueno, que el tema no va hacia eso, cariño -dice mi madre sin verme, pues está untando mermelada de fresa en su pan -nosotros vamos al hecho de que si, como dicen tus hermanos, ya han planeado su futuro juntos. Claro, si de verdad quieren pasarlo juntos.

- Claro que lo pasaran -afirma mi padre serio- no por algo ese muchacho ha dado la cara el primer día. Si no lo hace, conocerá mi lado agresivo.

- Papá, no exageres, que incluso se toman cervezas compartiendo sus panzas cheleras -refuto, para tomar la jarra y servirme jugo de naranja.

- Bueno ya, la cuestión es... ¿Ya han hablado sobre eso? A él le falta cuatro meses para que se vaya de manera indefinida a su país -mi padre se queda en silencio esperando una respuesta de mi parte, pero al no hallarla, pues no sé qué se supone qué debo responder, ni sé a dónde quiere llegar, suspira, y continúa- Quiero saber si tienen planes. ¿Qué harás cuando se vaya? ¿Piensa llevarte a Corea o quedarse aquí? ¿Su relación, la hará público o la mantendrá aún en privado? ¿Cuándo sabrán todos que eres su enamorada? ¿Te protegerá de posibles ataques a tu persona? ¿Sabes el riesgo de estar con un artista casi mundialmente famoso? ¿Ya tienen un lugar promedio en donde deseen convivir? ¿Piensan formalizar, llegar a algo más, progresar como pareja? ¿Se están protegiendo? No quiero que salgas embarazada antes de acabar tu carrera. Primero tus estudios, el grano de arena de ambos, un trabajo fijo para ti al igual que el país, y luego, puedes gestar.

- ¡Dios mío, Mad! -mi madre se levanta y me alcanza unas servilletas cuando me ve escupir el jugo sobre la mesa.

- ¿De qué estás hablando, papá? ¿Ahora, en serio? ¿Qué tiene que ver lo último con todo lo anterior? ¿Por qué tantas preguntas? ¿Por qué tomas un tema así ahora? -contraataco avergonzada, mientras me limpio los bordes de mi boca.

- Hija, tu padre quiere lo mejor para ti, todos lo queremos, y por eso pues... no es tan malo el querer saber si tienes metas para tu propio futuro. Y hablamos de esto ahora aprovechando que Juan no está, y también por lo que Rita y tu padre me comentó hace dos días. Sabes que puedes contar con nosotros, todos somos mayores.

- ¿De qué hablas, mamá? -pregunto con el ceño fruncido. De verdad no entiendo nada.

- Eso pues, Madi -dice Rita con una mirada pícara y una sonrisa burlona, lo que me da miedo e intriga a la vez- hace dos días, cuando estuviste con Juan en tu cuarto.

¡NO ME TRATES COMO FAN!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora