"IOREBUNJIM PUNJIN ZERO
PUNJEN ZERO
EVERYBODY SAY..."- ¿Puedes contestar, por favor?
- Claro, no hay problema -al cabo de unos segundo de escucharle hablar, reírse y colgar, se dirige a mí- es Fer, dice que si no te apuras en llegar, te hará la peor humillación que te ha podido dar en estos tres años, y ya sabes cómo es ella.
- Pero... ¡Aish! Este tonto vestido que no quiere cerrarse y...
- De seguro has engordado. Te lo advertí, no debiste comer tantas hamburguesas por una semana. A Fer se lo paso porque esa mujer traga y no engorda, tiene un agujero negro en vez de estómago, pero tú...
- ¡Cállate! -salgo del baño con mis manos aún en mi cuello. Al verme, deja mi cartera sobre una cómoda que hay, y se acerca.
- ¿Quieres ayuda?
- No, puedo sola.
- Sí, claro. Ven, te ayudo -se pone detrás de mí, mientras me recojo el cabello. Sus manos suaves acarician mi cuello, provocándome risas debido a la cosquilla- ya está. ¿Ves que fácil?
- Claro, como nunca has usado este tipo de vestidos, ni yo. Ni siquiera sé por qué le hice caso a Rita para comprarme este modelo, no me siento cómoda.
- Si quieres puedes usar una bolsa de basura, le hacemos algunos cortes y ya está. Con cualquier cosa te verás simple y llanamente hermosa, Madison.
- Ya cállate, Jay. ¿Vámonos ya?
Salimos de mi casa, no sin antes despedirme de mi madre y de Rita, quienes sonrientes me apuran, al igual que a Jay. Ya afuera, subo a su auto, y una vez dentro, pone marcha para llegar rápido a la casa de Fer, donde ahora mismo se está celebrando su cumpleaños número 23.
Jay y Fer son mis dos únicos verdaderos amigos, si se les puede llamar de esa forma, que tengo desde que ingresé a la Universidad. Sí, ingresé, y a la primera, a Psicología. Mi familia me hizo una pequeña fiesta, aunque no le tomé mucha importancia, aún seguía con el dolor de lo que había pasado meses atrás. Sí, lo de Ji Ho.
El bendito celular no dejaba de sonar, mayormente por las noches, y por más que trataba de ignorarlo, simplemente no podía. Kyung, Jae Hyo, y otros mensajes o llamadas perdidas de ellos, junto con las de él. No podía, no podía siquiera enviar un mensaje de vuelta, porque sabía que detrás de esos mensajes o llamadas con otro nombre, estaba Ji Ho. Sentía que estaba intentando como sea comunicarse conmigo, y el único medio era ese celular, que había dejado de usar por una semana entera después de nuestra última conversación, pues lo había guardado junto a su carta, el anillo y las fotos en el cajón, un cajón que, con toda la voluntad que pude reunir, dejé de lado, y me prometí a mí misma no volverlo a abrir. Y así lo hice, durante esa semana, el sonido persistía, pero no me atrevía a cogerlo. Sonaba, y me iba de mi cuarto. Sonaba, y me cubría la cabeza con la almohada. Sonaba, y mi llanto trataba de ahogar ese estúpido sonido. Sonaba, y sonaba, y sonaba. Durante un mes sonó sin parar, con intervalos de dos a tres horas. ¿Había hecho mal? Las noches me las pasaba repasando, pero mi mente no se concentraba en el curso, sino en aquellas palabras que le dije, y en aquellas letras que me dijo. Despedirse. No, no quería despedirme, no quería decirle adiós. Me arrepentí, me sentí tan mal de haberlo ignorado cuando fue sincero porque, después de eso, a los dos días Rita me enseñó el artículo donde se habían denegado los rumores y que al parecer esas "fuentes cercanas" sólo eran extraños que hablaban para crearles más controversias al grupo. Fue sincero, y sé que quizás salir a desmentirlo le habrá costado mucho, pero me dijo la verdad. Siempre lo hizo, y yo, tan torpe y tan cerrada, simplemente lo dejé ir. Sí, claro que era lo mejor para él, pero en ese entonces, no quería eso, quise ser egoísta por tercera vez, buscarle, llamarle y decirle que olvide lo que le dije, que vuelva a creer en mí, que vuelva a quererme, que vuelva a prometerme, que vuelva a decirme que vendrá a por mí tarde o temprano, pero que vuelva. Y cuando al fin me decidí, cuando al fin decidí contestar a la próxima llamada, al próximo sonido, dejó de sonar. Una semana más pasó, y el celular no sonó. Abrí el cajón creyendo que quizás se había apagado, pero no, simplemente dejaron de llamarme, de mandar mensajes. Quizás se rindió, y yo reaccioné demasiado tarde para pedirle un último no lo hagas aun. Entonces, lo llamé. Mi corazón latía demasiado rápido, tenía miedo, pero no por eso me iba a dejar vencer. Ya no pensaba permitir que mi miedo se volviera a aparecer, y entonces, contestó. Mis lágrimas cayeron a borbotones, pero no porque escuché su voz, porque no lo hice. No era su número, no era su voz, era de una contestadora diciéndome que el número ya no existía. Desesperada, llamé a los demás. A Kyung, a Tae Il, a Jae Hyo, a Ji Seok. Todos estaban desparecidos, ya no existían. Quizás cambiaron de número, aunque no sé si por mí o por otras razones, no lo sabía. Pero sí sabía la razón de Ji Ho. Él me dejó. No, yo lo dejé en un comienzo, él luchó por volverme a tener, aunque sea como amiga, pero luchó. Un mes se la pasó llamándome, buscándome, quizás hasta llorando o rogando porque le contestara, y entonces... se cansó. Se cansó de buscar a alguien que, como le dije, no iba a estar para él. Se cansó de llamar a alguien que ya no era yo supuestamente, a alguien que le había dejado atrás, junto con los sentimientos. Se cansó, lo perdí, y quizás para siempre. Caí en el propio puente que cree para alejarme cortando las sogas que aún me permitían llegar a él. Caí y lloré por días, tratando de llamar una y otra vez con la esperanza que en alguna de ellas me contestara su voz, pero no fue así. Había entendido que de verdad, aunque el fin ya había sido puesto por mí, él también lo puso, y no había motivo ni una salida para volverlo a abrir, para volverlo a intentar. Lo dejé, me dejó, nos dejamos, tal y como rogué aquella noche. Lo cumplió, cumplió mi sueño, y eso me dolió.
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¡NO ME TRATES COMO FAN!
Random"...Creo que al final, terminaré casándome con una fan. Aquella persona que ame todo de mí." Sí, claro. Y de seguro seré yo. Quien no los conoce. Quien no los ha visto en concierto o presentación. Quien ni vive en su continente. Quien ni vive en su...