29: PERSONAJES

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**CANCION MULTIMEDIA Y LETRAS EN NEGRITA: TEEN TOP - LOVE U**


Ji Ho regresó de Corea, y desde entonces, ha vuelto a pasar tiempo en mi casa, aunque ya no sólo conmigo, sino también con Maco. Apenas se vieron, Maco corrió a sus brazos y empezó a lamerme tanto, que yo me negué a besarle o algo parecido. Los días siguieron pasando, y con ello, la confianza crecía dentro de nosotros, al igual que la de mis padres para con él. Ya no había cierta incomodidad que, asumo, todo padre tendría con la pareja de su hija, por lo que se trataban como amigos, incluso tomaban juntos viendo algún canal de boxeo o series americanas, en especial, los fines de semana.

Como se suele decir, a veces no todo es color de rosa en las parejas, y no, no lo digo tanto por mí ya que, a pesar que tener a Ji Ho a mi lado es muy reconfortante y hasta sacado de algún sueño hecho por mí, habían ciertos roces propios de nuestra relación debido que, al ya conocernos como tales obligados por la "convivencia" indirecta que teníamos, se exponían ciertos puntos de nuestras personalidad, nuestros modo de pensar, actuar o resolver ciertos temas, y al saberlo, o no nos parecía o simplemente no estábamos de acuerdo con eso. Pero, nunca hemos discutido al punto de dejarnos de vernos o hablarnos. Discusión entablada, discusión solucionada y cerrada, ese era nuestro lema. Sin embargo, el color grisáceo de las nubes, de los días, de todo, va hacia Fer, pues hace una semana Diego la dejó, no soportó su actitud y pues, bueno, el ciclo de la vida amorosa supongo. Desde entonces, se la ha pasado encerrada en casa, y a pesar que Jay y yo hemos tratado de llevarla de compras, ver alguna película o como última instancia, ir a alguna discoteca o tomar juntos, se niega. Le ha afectado tanto, y verla de ese modo me destruye de a pocos, pero no puedo juzgar ni culpar a ninguno de los dos. Uno, porque la actitud de Fer es algo apática e incluso puede llegar a cansar, por lo que me sorprendió que haya durado un buen tiempo con Diego pero, dos, a veces uno no puede seguir soportando ciertas cosas, y asumo que Diego se cansó de ello o se aburrió. Al final, ninguno se merecía al otro, ninguno pudo sobrellevar las diferencias del otro y terminó, se acabó.

A veces me pregunto si en algún momento me podría llegar a pasar algo similar con Ji Ho, y después de lo de Fer y Diego, en cada pequeño problema que ambos tenemos, el miedo a perderle se apodera, por lo que le resto importancia con un beso o abrazo de mi parte, y a veces, de la suya. Creo que la ruptura de unos amigos cercanos nos ha hecho valorar mejor nuestra relación, y me alegra que ambos sigamos como antes, con tropiezos, descontentos, pero al final de todo, juntos. Y quiero que sea para siempre, por más infantil suene.

- ¡Déjenme! No saldré, no quiero.

- Fer, has estado encerrada más de dos semanas, necesitas aire fresco y puro. Mírate, ni siquiera te has maquillado -se queja Jay, tomándola del brazo- iremos porque iremos, me da igual lo destrozada que estés.

- Qué reconfortante de tu parte, Jay -refuta Ji Ho, tomando el otro extremo de mi amiga-Fer, nos divertiremos. No tienes por qué estar así, ya llegará ese chico que te quiera tal cual eres, sin fingir ni mentir, ese que amará todo de ti.

- ¡Ja! Eso dices porque tienes a Madison a tu lado, porque prácticamente viven juntos y se han soportado y entendido más que bien en sus cuatro meses juntos... -Fer agacha la cabeza, aun poniendo resistencia para no salir del auto- No quiero caminar, en serio. Ya he hecho mucho saliendo de casa como para ahora subir a algunos estúpidos juegos mecánicos.

- Entonces no caminarás.

Jay jala con brusquedad el brazo de Fer, haciéndola saltar hacia adelante, saliendo por completo del carro. Está a punto de gritar, cuando Jay se agacha, toma las piernas de Fer, se impulsa, y la alza hasta ponerla sobre su hombro. Fer empieza a gritar histérica para que le baje, pero Jay se niega. Ji Ho cierra la puerta, guarda la llave del auto de Jay en su bolsillo, nos observamos y empezamos a reír. Se acerca, busca mi mano, la toma y, luego de acomodarse sus gafas negras y su gorro rojo, comenzamos a andar, siguiendo a ese par de escandalosos, llamando la atención de desconocidos.

¡NO ME TRATES COMO FAN!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora