Despierto por el sonido del celular. Ji Ho ya no está a mi lado. Respondo, es Gab. Me dice que en la noche llegará, por lo que quiere saber si deseo salir a cenar o si no, traerá comida. Le pido que venga de frente, ya que necesito de su ayuda. Cuelgo, y salgo a buscar a Ji Ho. Está sentado en el mueble, mirando a la nada, perdido en sus pensamientos.
- ¿Ji Ho? ¿A qué hora despertaste?
- Hola Mad, hace dos horas. No te quise despertar, parecía que estabas cansada, y más por lo de anoche... lo siento por eso.
- No lo sientas, podría acostumbrarme a eso -sonrío, pero Ji Ho no me ve- ¿quieres desayunar?
Todo el día estuvo en silencio, por más que traté de entablar una conversación, responde de manera corta. No comió mucho, me ayudó con lavar los trastes, y al terminar, me dice que ya se irá su casa.
- Te acompaño -me ofrezco.
- No, Mad, además debes ordenar, tu hermano llegará en cualquier momento. Nos vemos luego- me da una sonrisa forzada, y se va.
Cuando llega Gab, le cuento la situación de Ji Ho, y le pido ayuda sobre si conoce algún buen psicólogo que trabaje cerca.
- El psicólogo de la empresa -dice- es mi amigo, le puedo pedir que venga para que trate a Ji Ho, porque, por lo que me dices, dudo que acepte ir a un hospital o a un internado.
- Lo sé -digo, mientras juego con mi cena- pero, ¿tu amigo querrá hacerlo de manera privada? Quizás le incomode.
- Para nada, él me ayudó con algunos problemas cuando vine por primera vez, lo llamaré.
Su amigo aceptó, así que en dos días comenzará el tratamiento de Ji Ho. El problema ahora es si él aceptará, aunque, siendo yo quien se lo diga, debe aceptarlo, ¿no?
- ¡¿Qué?! No quiero -dice Ji Ho, haciendo que cruce mis brazos.
- No me importa si quieres o no, igual vendrás -respondo seria- además, me pediste ayuda, ¿cierto? Te dije que te sacaría de esto así que, ¿quién mejor que un psicòlogo? Él te dirá las palabras correctas... Por favor Ji Ho. Inténtalo al menos por este mes, y si no te acostumbras, buscare otra solución, pero por favor, acompáñame mañana. Estaré contigo, estaré a tu lado. No te dejaré. ¿Aceptas? -junto las palmas de mis manos, cerrando los ojos, como si rezara por un milagro. Y es que lo estoy haciendo, estoy rezando para que pueda aceptar la propuesta.
Ji Ho lo piensa, pero al final accede, con la condición de que no le cuente nada a su familia, ni a los miembros.
- Buenas, soy Juu Go, el psicólogo de la empresa de Gabriel. Él me contó sobre tu estado. ¿Comenzamos?
- Sí, claro... supongo - dice Ji Ho. Me siento a su costado, sonriéndole.
- Ehm... Madison, ¿podrías irte a tu habitación? Estas sesiones debo hacerlo sólo con el paciente, lo siento.
- Ah... ¡Claro! No hay problema- me levanto del mueble, pero Ji Ho me detiene tomando mi muñeca, mirándome con ojos asustados- no te preocupes, estaré en mi cuarto, no me iré a ningún lado -dicho esto, me encierro en la habitación.
Hago lo posible para escuchar qué dicen, pero no sirve de nada, hablan muy bajito, fuera de que puso una música que daba tranquilidad, quizás para que Ji Ho se sienta cómodo con él.
La puerta suena junto a la voz de Juu Go llamándome, me levanto de la puerta para abrir y salgo, lo despido sin antes agradecerle, y una vez ya sola en la sala con Ji Ho, me acerco a él y lo abrazo.
- Lo estás haciendo muy bien, Ji Ho -me separo un poco de él aun con una sonrisa en el rostro.
- Fue extraño, fue duro volver a decirle todo lo que he pasado, las razones y cómo estoy respondiendo a lo mismo pero...
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¡NO ME TRATES COMO FAN!
Random"...Creo que al final, terminaré casándome con una fan. Aquella persona que ame todo de mí." Sí, claro. Y de seguro seré yo. Quien no los conoce. Quien no los ha visto en concierto o presentación. Quien ni vive en su continente. Quien ni vive en su...