Algo más que mi jefe

Tienes miedo

Puso la ràdio, sonaba la canción: "I know you baby". Es una de mis canciones favoritas. Comencé a cantarla y Oscar empezó a reírse.

-¿Te gusta esta canción? -Dijo riendo-.

-Es una de mis canciones favoritas - Sonreí-.

-Así que tu canción favorita... ya voy conociéndote más jaja.

Cuando dice cosas como esas me pongo un poco tensa, no sé porqué tanto interés en conocerme. Yo apenas sé de él.

-Llegamos -Dijo parando el coche- Aún no te quites la venda -Asenti-

Bajó del coche, abrió la puerta donde me sentaba y me cogió de la mano. Me sentía un poco insegura al no ver nada, tenía miedo de caerme.
Puso su brazo alrededor de mi cintura y con el otro libre, me agarró la mano.

-¿Hay que andar mucho? -Pregunte asustada-

-No tranquila.

Caminábamos lentos, no se escuchaba nada, solo pájaros y las hojas de los árboles moverse a causa de la brisa.

-Cuidado que hay dos escalones -Avisó-

-Vale -asentí-.

Baje los dos escalones y note que pisaba como césped, ¿Donde me lleva? Empecé a notar un hormigueo por la barriga, estaba muy nerviosa.

-Quédate quieta aquí, que tengo que preparar unas cosas -Me soltó-

-¿Pero no te vas a ir lejos no? -Dije preocupada-

-No tranquila, estoy a tu lado.

Escuche como colocaba cosas en el suelo, seguramente esté preparando un pícnic.

-Vale, listo -Se acercó a mí y me quito la venda-

-Wow -Dije asombrada-

Nunca había visto algo parecido, estábamos en medio de un campo, con árboles alrededor nuestro, enfrente había un lago que se reflejaba la luz de la luna. El césped era de color verde claro, y había una manta en el suelo con unos platos de plástico, dos copas, un vino y una cesta al lado.

-¿Qué te parece?- Dijo mirándome-

-Nunca había visto algo parecido -Dije aun mirando el lugar-

-Entonces, ¿Te gusta? -Dijo levantando las cejas-

-¿Acaso lo dudas? -Dije clavando mis ojos en él-.

-Entonces perfecto -rió-

Nos sentamos encima de la manta que estaba en el suelo, abrió la cesta y saco dos sándwiches, me sirvió uno a mi y otro a él. Después abrió el vino y sirvió en las copas.

-¿Un brindis? -Dijo levantando la copa-

-¿Qué celebramos? -Dije riendo-

-Pues no se... ¿Celebramos que soy el nuevo jefe? -Dijo riendo, era tan bonita su sonrisa-

-Jajaja de acuerdo -Levante la copa y brindamos-

-Este vino es uno de los mejores que tengo -Dijo mirando la botella-.

-Se nota, tiene un sabor delicioso.

Oscar se quedó mirándome, cuando lo hace me intimida muchísimo y me pongo nerviosa, eso hace que mire a otro lado.

-¿Sabes que tu mirada lo dice todo? -Dijo serio, ¿Cómo que lo dice todo? No entiendo-

-¿Cómo el que?

-Te pones nerviosa cada vez que te miro, por eso miras a otro lado...- mierda... ¿cómo lo sabe?-

-¿Estudiaste psicología o algo? -Dije con ironía-

-Se me da muy bien tratar con las personas, se lo que sienten y piensan en cada momento - Lo que dijo me dio un poco de miedo-

-Debes de estar muy aburrido para llegar a eso ¿no crees?

-Tienes miedo -Dijo mirándome- ¿Piensas que puedo leerte la mente?

-¿Podemos cambiar de tema? Celebramos tu llegada como jefe...- Dije cambiando de tema, me está dando un poco de miedo-

-Tienes miedo -Afirmó- No tienes porque tenerlo.

-Oscar... o cambiamos de tema o me voy para casa. -Dije bien seria con la voz cortada-

-Esta bien... -Agachó la cabeza- Por cierto, no se asuste pero tiene en el hombro un insecto.

-¡Qué! ¡Quitamelo quitamelo! -Dije chillando y sacudiendo-

Oscar con toda la tranquilidad del mundo, se acercó a mí, me cogió en brazos y me llevó corriendo para el lago.

-¿Pero qué haces? Al lago no por favor -Dije chillando mientras el reía-

-Me temo que si -Se reía a más no poder-

Oscar corrió hasta llegar al lago y me tiró, el agua estaba congelada, tenía una rabia por dentro... fui hacia él y le empecé a pegar en los brazos.

-¡Te dije que no lo hicieras! -Dije mientras le pegaba- Te odio, te odio

-¡Eh tranquila! -Dijo mientras me separaba-

Oscar cogió de mis brazos y me besó, el beso era tan tierno que le seguí. Se me olvido de donde estábamos, si estaba mojada o seca, se me olvido todo. Hasta que me di cuenta que lo que estaba haciendo estaba mal, me separe lo más rápido que pude. Oscar me miró con cara de no entender nada.

-Lo siento... pero esto no está bien -Agaché la cabeza- Me tengo que ir a casa.

-Maria... -No le dio tiempo a decir más porque ya estaba saliendo del agua-

Salí del agua lo más rápido que pude, cogí mis cosas y me fui. No sabía dónde estaba, estaba muerta de frío.

Un coche se paró enfrente mío, como no era él.

-Va Maria, no seas una niña pequeña, te llevo a casa.

-Puedo ir yo solita no te preocupes - Dije enfadada!

-Vaa, o subes o te subo yo -Dijo serio-

-¡Qué no! -chillé-

Oscar bajó del coche, fue hacia mi y me cogió.

-¡Parate que te he dicho que no! -metiendo patadas-

-Ya está - me sentó en el asiento y cerró la puerta- y ahora señorita si me disculpa le llevó a casa -Dijo arrancando el coche