Llegamos a su casa, no sé si llamar casa o castillo. Era enorme, con su jardín, piscina...
Aparcó el coche en el garaje, bajé y le esperé.
-Bueno, bienvenida a mi casa -Dijo abriendo la puerta dando a paso a un enorme recibidor-
-Wow, ¿casa o castillo? -Dije riéndome-
-Para ti castillo, solo me hace falta una princesa...-Dijo mientras me miraba con esos ojos azules-
-Pues vas a tener que esperar a la princesa -Dije girando los ojos-Él se río, subió por las escaleras que había enfrente y yo le seguí.
La casa era preciosa, las paredes eran azules decoradas con cuadros. Se paró enfrente de una puerta, supongo que sería mi dormitorio.
-Aquí dormiremos esta noche - Dijo abriendo la puerta-
-¿Dormiremos? Será dormiré -Dije afirmando-
-¿A que no quieres dormir conmigo? Pensaba que si...-Dijo con cara picara-
-Mejor sola que mal acompañada -Dije adentrándome en la habitación-
-Cómo quieras... después no te arrepientas -Dijo riendo-
-Le aseguro que no, que descanse - dije cerrando la puerta-
-Buenas no...-Cerré la puerta-Me habré pasado, pero se lo merece. Miré la habitación por un segundo, era preciosa, y enorme.
Las paredes eran amarillas con una lámpara en el medio que la hacían un toque elegante. La cama era de matrimonio con unas sábanas rojas. A cada lado de la cama había una mesita y enfrente un armario antiguo.
Me dirijo hacia el armario y miro a ver si tenía algún pijama o algo para ponerme. Abro el armario, había vestidos, batas, y un camisón.
Cogí el camisón y me lo puse, me venía perfecto, me recojo el pelo y me voy a la cama.
La verdad es que me he pasado un poco con Oscar, él me ha dejado dormir aquí y yo le he cerrado la puerta en los morros... Mejor me voy a disculpar.
Me levanté de la cama y sigilosamente salí de la habitación. No tenía ni idea de cuál era su cuarto, pero lo encontraré. Por lógica supe que la puerta que estaba enfrente no era, ya que había un cartel que ponía WC. A la derecha al fondo del pasillo había una puerta grande, posiblemente sea esa, fui caminando silenciosamente, intenté abrir pero estaba cerrada con llave, así que ese no es. Miré enfrente y a lo largo del pasillo había otra puerta, fui hacia allí y abrí la puerta. Ese era el cuarto, Oscar estaba tumbado con una manta que le cubría media cintura y el pecho al descubierto.
Parece mentira lo bueno que está este hombre. Está durmiendo así que mejor se lo pido mañana, al girarme si querer me di con el dedo pequeño en el canto del mueble que había.
Oscar al escuchar el ruido se despertó de golpe.
-¿Te has arrepentido de no dormir conmigo?-Dice riendo-
-No... venia a pedirte perdón -Dije colorada-
-¿Perdón?-Dijo confuso-
-Sí... yo te he tratado mal toda la noche y tu en cambio me has dado un lugar para dormir...-Agaché la cabeza-
-Anda tonta ven -hace un gesto para que me siente en la cama- No tienes que pedir perdón, la culpa es mía, no tenía que haberte tirado al agua...
-Ya, pero he sido muy dura... Perdón -Agacho la cabeza-
-No lo pidas -colocó su mano sobre mi cara y nos miramos- no puedo verte tristeEn ese momento me entraron unas ganas enormes de besarle, pero no podía, tenía que controlarme o el asunto acabaría mal. Sin darme cuerda me mordí el labio, y Oscar me puso su dedo encima separando el labio de los dientes, diciéndome que dejara de morder.
-Vuelves a morderte el labio y no me lo pienso dos veces -dijo serio-
-Lo siento, ha sido sin querer...-Me puse colorada-
-Venga, ves a dormir que has tenido un día largo- Dijo sonriendo-
-No, quiero dormir contigo - ¿Pero que dices inútil? Vete a tu cuarto-
-¿No puedes dormir sin mi?- puso su cara picara-
-Te debo disculpas así que... que mejor forma que dormir contigo -No te arrastres Maria-
-Será por eso jajaja
-¿Puedo o no? -Dije seria, si no me iba-
-Claro, ven - Me dejó un espacio de la cama-
Me tumbé a su lado, y me miró fijamente, en ese momento se me pasaron muchas cosas por la cabeza que mejor olvidar.
-Buenas noches -Dije guiñándole el ojo-
-¿Y el beso de buenas noches? Dijo riendo-
Fui a darle un beso en la mejilla cuando el aposta me giró la cara e hizo que nuestros labios se juntaran.
Tiene los labios tan suaves y finos, que me pasaría horas besándolo. Me separe de él, le sonreí y me gire dándole la espalda. Aunque lo veía imposible, me fui a dormir
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Algo más que mi jefe
RomanceMaria es una empleada que trabaja en la empresa de su padre, el cual se acaba de jubilar. En su puesto llegará un hombre atractivo y muy opuesto, que hará que Maria dude sobre sus sentimientos. ¿Pasará algo entre ellos? ¿Serán solo jefe e empleada?