Tengo 22 años, tengo que pensar en mí.

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El teléfono empezó a sonar y me desperté de golpe. Era mi prima, quería que fuéramos de compras que hace mucho que no vamos juntas. Acepté.

Fui a la habitación y me puse un conjunto básico, una camiseta de tirantes rosa chicle y unos tejanos claros. Cuando acabé de vestirme fui al lavabo y me maquillé un poco, me peiné un poco el pelo y listo.
Quedé con mi prima en la plaza que hay al lado de mi casa, ya que conoce poco este sitio.

Cogí el bolso y caminé hacia la plaza. Por el camino vi una pareja que iban abrazadas, la chica era mucho más joven que él, se podrían llevar unos 10 años mas o menos. Para mi no es ningún problema que se lleven tanta edad, "La edad es importante si solo eres un queso o un vino". Mi madre siempre me decía eso, aunque en verdad un poco si que importaba, ya que no es lo mismo salir con alguien de tu edad que con alguien 10 o 15 años mayor que tu. Oscar y yo nos llevamos 7 años, no es ni mucho ni poco, aunque tampoco aparenta ser más mayor que yo. 

-¡Primaa! -Gritó Soraya desde el otro lado, como siempre.

Soraya vino corriendo y me abrazó, en verdad echaba de menos esa energía que tiene. No hay persona que no se duerma estando ella.

-¿Vamos de compras no?- Dijo ahogándose después de haber corrido.

-¡Vamos! -Dije cogiéndole del brazo y levantándose lo.

-Ya prima ya... -Dijo riéndose.

Fuimos al centro comercial y solo ver la primera tienda ya entramos. Nos probamos un par de piezas, yo no me cogí ninguna ya que no me gustaba como que quedaban, en cambio Soraya se compró tres camisetas cortas y dos shorts.

Fuimos de tienda hasta acabar con un montón de bolsas en las manos, necesitaba renovar el armario, ya que dentro de poco vuelve la calor de nuevo y no tengo casi nada de ropa.

- ¿Vamos a comer algo no? -Dijo Soraya frotándose la barriga.

-Me sé un restaurante que te vas a chupar los dedos - Dije humedeciendo me los labios.

La llevé a un restaurante que estaba al lado de una gran fuente, y se estaba de lujo. Es uno de mis restaurantes favoritos. 

Cogimos mesa y nos sentamos, el camarero nos dio la carta. Cogí lo de siempre, una ensalada de primero y de segundo pescado con patatas. Soraya cogió ensaladilla rusa y de segundo pescado, como yo.

-¿Qué tal vas con Oscar? -Preguntó Soraya.

-Bien, ahora está hablando con mi padre..-Me acaricié las manos de los nervios.

-No te preocupes, saldrá todo bien- Me cogió las manos- Ya sabes como es tu padre, busca lo mejor para la empresa y también para ti.

-Para mi lo dudo, porque no nos deja estar juntos...-Agaché la cabeza.

-Tranquila, al final se dará cuenta de que él es importante para ti, y os dejará estar juntos... -Dijo con una gran sonrisa.

-Eso espero...

-Aparte...-Puso su cara pensativa- Eres mayor de edad, no puede controlar tus relaciones, si fueras menos aún.

-En eso tienes razón, tengo 22 años, tengo que pensar en mí, no en lo que piense mi padre... Después hablaré con él.

Trajeron la comida y comenzamos a comer. Soraya cada vez que probaba algo hacía "mmm" y me entraba la risa. Pensar que de pequeñas nos llevábamos a matar y ahora estamos como si fuéramos hermanas...

Una vez acabamos, fuimos cada una para su casa. En verdad íbamos a dar un paseo, lo que pasa que llamó el novio de Soraya y se tubo que ir.

Cuando llegué a casa no paré de pensar en la conversación que tuve con mi mi prima, tenía razón, tengo que hablar con mi padre para aclarar todo esto. Es mi vida, yo tengo que ser la que la controle, no él.

* * * *  * * * * * * 

Y hasta aquí el capítulo de hoy, espero que os haya gustado. Os quieeero

Algo más que mi jefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora