Algo más que mi jefe

Yo siempre te estaré esperando

Preparé mi bolso, le di un beso en la frente a Oscar, que seguía durmiendo y me fui a la empresa.

En el tiempo que estuve en el hospital llevé el coche al mecánico, en un par de días lo tendré de nuevo y no hará falta que coja el autobús.

Al llegar a mi oficina había un montón de archivos encima de la mesa con una nota.

Necesito estos informes para antes de las 4 de la tarde, es urgente.
Tu querido padre.

No sé si me dará tiempo en 6 horas acabar todo. Me pondré las pilas desde ya.

Encendí mi ordenador, revisé el correo y no había nada importante. Cuanto antes empiece antes acabaré.

Pasaron las horas y recibí un correo. Era Oscar, debe de estar aburrido.

Se te hace raro levantarte y no ver a la chica que te saca la sonrisa todos los días a tu lado, te echo de menos. Espero que te lo estés pasando bien en la empresa.

Porque mi vida es tan complicada, no poder tener al hombre al que quieres por el trabajo. Decidí contestarle.

Veo que te has despertado mejor, si te dice algo el médico no tardes en contármelo, intentaré ir lo antes posible a verte. Hablamos luego que tengo trabajo.

Continué con el trabajo que me encargó mi padre, me falta poco.

Eran las 3 del medio día y por fin había acabado el encargo, me dolía la cabeza y las manos de tanto escribir. Imprimí los informes y se los entregué a mi padre.

-Veo que has acabado antes de las 4 -Dijo papá revisando el trabajo que le entregué.

-Sí, pensaba que no llegaría - Resople.

-Estoy orgulloso de ti, por cierto como esta tu querido Oscar - Dijo con ironía.

-Ni idea, cuando termine iré a verlo, a ver qué le dijo el médico - Dije pensativa.

-Sé que no está bien hacer lo que voy hacer... pero tienes mi permiso para irte - Dijo.

-Pero me necesitas -Dije asombrada.

-No tranquila, tu trabajo ya ha acabado. Puedes irte -Sonrió.

-De acuerdo -Me despedí y salí de su oficina.

Fui a mi oficina a recoger, cerré el ordenador, cogí mi bolso y me fui.

Llegué a la habitación de Oscar, para mi sorpresa tenía visita, había una chica muy guapa, rubia. Al verla me fui de la habitación sin que me vieran y me esperé fuera.

-Me alegra que estés bien -Dijo la chica.

-Tampoco es para tanto lo que me pasó - Dijo el.

-Tendré que cuidarte mejor, seguro que así no te pasará nada -Dijo la chica.

-No hace falta que me cuides, ya tuve bastante tiempo, déjame descansar de ti un tiempo -Contestó él.

-De acuerdo, veo que te has cansado de mi rápido...-Dijo ella.

No me gustaba la conversación que tenían, ¿es su novia? Él me dijo que no tenía, aparte yo... sacudí mi cabeza y decidí a entrar para poner las cosas claras.

-¡Hola! -Dije entrando. La chica estaba sentada en su cama.

-Maria ¡que bien que hayas podido venir! -Dijo Oscar con una sonrisa.

-Oh veo que ha llegado visita...-Dijo la rubia.

-No, tranquila, ella es Maria, mi...

-Empleada -Dije interrumpiendolo.

-Así que has venido a ver al jefe... ¿No tendrías que estar trabajando? -Dijo con tono vacilante.

-Mi padre, que es el jefe de momento, me ha dado libre para que pueda ir a verlo -Contesté.

-¿Ah que tu padre es el jefe? -Preguntó vacilante-

-Sí -Le sonreí con falsedad- ¿Qué te dijo el médico? -Me acerque a Oscar y le di un beso en la frente.

-Le comenté que tu no estabas y me dijo que vendría a las 18 -Contestó.

-¿Por qué tiene que hablar contigo? Perdona, pero una empleada no tiene que ser "niñera" de su jefe - preguntó la rubia, cada vez me está dando más asco esta mujer.

-Porque yo le he estado cuidando todo este tiempo, no ha venido nadie desde entonces, como comprenderás el médico no hablará con usted el cual no conoce - Le Contesté lo mejor que pude.

-Ah claro perdón, bueno mejor me marcho y os dejo con lo vuestro, así podéis jugar a ser " niñeros" unos con los otros, chaito -hizo un gesto con las mano y se fue.

Miré a Oscar para que me diera explicaciones de quién era esta payasa, porque se hubiera quedado más tiempo y le hubiera mandado a tomar por saco.

-Lo siento... es mi ex, Laura -Agacho cabeza- Me persigue para que vuelva con ella, pero por mucho que le explique que no quiero nada con ella insiste.

-Así que tu ex... -un hormigueo de furia recorrió por todo mi cuerpo.

-Jajajajaja - Se rió.

-¿Qué te hace tanta gracia? -Pregunté.

-¿Quieres que te lo diga? -Contestó con voz pícara.

-Sí...

-Acércate -Hizo un gesto para que me sentara en su cama.

Me acerqué, me volvió hacer otro gesto para que me acercara más. Me volví acercar, se acercó a mi oído.

- Te mata que ella sea mi ex, pero tranquila, ella no se acercará más a mí, ¿Sabes por qué? -negué con la cabeza- Porque tu, serás mi novia, le guste a tu padre o no, y si tengo que esperarte mil años, te esperaré, porque yo... siempre te estaré esperando.