Algo más que mi jefe

Nos vamos de pícnic

Vino el doctor serio, esperamos lo peor. Traía un informe, me lo dio. Al ver que su cara era seria no tardé ni un segundo en mirar el informe. Había mucha letra, fui saltando palabras y fui leyendo lo más posible que podía.

El señor Óscar Pérez, está dado de alta.
Firmado: Dr. Rodríguez

Una sonrisa invadió mi cara, dejé los informes en la cama de Oscar y le di un beso.

-¡Que te han dado el alta! -Dije emocionada.

-¿Si? Estoy hay que celebrarlo - me besó.

-Bueno, os dejo solos, no os olvidéis de recoger todo y que no se os olvide nada. En este informe pone la medicación que debe tomar durante un tiempo, si ves que vuelve a sufrir otra serie de ataque, no dude en acudir de nuevo. Que tengáis un buen día. -Le dimos la mano y marchó.

Oscar, recogió la ropa y la metió en su bolsa. Estaba duchado y afeitado. Su cara ha cambiado tanto desde que estuvo aquí, ahora tiene color y le brillan los ojos.

-¿Que me miras tanto? -Dijo Oscar riendo.

-Eres lo más bonito que tengo -Dije mordiéndome el labio.

-¡Uuyy que copia frases! -Dijo riéndose.

-Va tira, que tengo unas ganas de salir de aquí. -Dije empujándolo hacia el pasillo.

Por fin estábamos fuera del hospital, hacía un día estupendo. Fuimos a mi coche y nos dirigimos hacia mi casa, no noté nada raro en él. Lo vi mas tranquilo que la última vez, supongo que el tratamiento le ha hecho relajarse un poco.

Al llegar a casa, dejó la bolsa en el sofá y se sentó. Mientras, cogí el informe y comencé a mirarlo. No decía nada nuevo, solo que tuvo un ataque de ansiedad por su accidente etc... sugiere que salga de paseo y comience a adaptarse poco a poco. De tratamiento unas pastillas que tiene que tomarse en el desayuno y antes de dormir. Por lo demás todo bien.

Se me ocurrió una idea fantástica para pasar el día, irnos de pícnic.
Fui a la habitación y me puse unas gafas de sol, un playero y un sombrero. Cogí otras gafas y otro sombrero y se lo di a Oscar.

-¿Y esto? -Dijo extrañado.

-¡Nos vamos de pícnic! -Dije ilusionada.

-¿Ahora? Pero si... -le interrumpí.

-¡Te espero en el coche! -Dije corriendo yendo al coche.

Lo decidí tan rápido todo que no había pensado que no había preparado ni sándwich ni nada.

Cuando Oscar se subió al coche se me ocurrió una idea.

Aparqué enfrente de una tienda, dejé a oscar en el coche y yo lo más corriendo que pude compre dos sándwiches preparados, y dos latas de bebidas.

Fui al coche, abrí el maletero y tenía una bolsa de compras que siempre llevo encima para cuando voy a comprar, lo coloqué todo ahí y volví al coche.

-Espera... no me digas nada, ¿no habías preparado los sandwiches? -Dijo bromista.

-Pues no, pero ya si jajaja así que ¡vamos! -Dije super contenta.

No conocía ningún sitio tan bonito como el que me llevó él aquella noche, pero si uno que me trae muchos recuerdos.

Al llegar, cogí la bolsa y nos dirigimos a un parque donde no había nadie, más que un parque era como un campo con algún columpio que otro, pero prefiero llamarle parque.

Oscar al ver la bolsa que llevaba se empezó a reír.

-Yo que traje su cestita, y sus copas... y tu traes una bolsa de la compra - se empezó a reír.

-¿Nos vamos para casa? - Dije seria para que se pensara que estaba enfadada.

-No no, todo está perfecto -Dijo arrepentido.

Nos sentamos en unas mesas que hay enfrente de un laguito chiquitito, antes era mucho más grande, pero entre que no llueve mucho y el calor que hace se ha ido secando con el tiempo.

Repartir los sándwiches, uno para mi y otro para él, junto a la bebida.

-Para estar planeado en cinco minutos está bastante bien -Dijo.

- Todo lo preparo yo en cinco minutos... Está bien jajaja -Contesté.

- Que orgullosa la chica -Dijo riendose de mí.

-Cambiando de tema, ¿cuándo volverás a la empresa? - Pregunté.

-Hablé con tu padre, y me dijo que me daría tres días de descanso y que volvería. -Contestó con la boca llena.

-Ajá... Por cierto, ¿en tu casa no te han enseñado a que con la boca llena no se habla? - Dije burlándome.

-¿En tu casa no te han enseñado a que cuando...? -Se calló.

- A que cuando... - Dije con la boca llena.

- ¿se está en la mesa no se habla con la boca llena? -Dijo en modo de venganza.

-¡No vale! Has esperado a que estuviera comiendo para que hablara -Continuaba hablando con la boca llena.

- Y sigues... -Dijo riendo.

- Mala persona, ya me diras tu quien te llevarà a casa ahora - Dije amenazante pero de broma.

- Mi preciosa novia - Dijo con la mirada clavada en mi.

- ¿Tienes novia? -Dije haciéndome la tonta.

- Claro, ¿no te lo dije? -Dijo sonriendo.

-Pues... no -Dije acompañada de otra pequeña sonrisa.

-Pues sí... tengo novia, se llama Maria, ¿La conoces?

-Mm.. Maria... no, no me suena -Dije levantándome y sentándome en sus piernas.

- Tiene unos ojos marrones intensos, y una sonrisa super bonita... -Dijo mirándome la sonrisa.

- ¿ a si ? Me está dando mucha envidia su novia -Dije.

Nos quedamos mirando, y nos dimos un suave beso. El móvil de Oscar comenzó a sonar, así que me levanté y dejé que contestara.