Beckett se tumbó en la cama, mirando las sombras que se dibujaban en el techo, siguiendo sus movimientos causados por la cortina al agitarse. Se levantó y asomó la cabeza por la ventana abierta de la habitación. El cálido aire de la noche chocó contra su cuerpo, y sus ojos buscaron la luna en el cielo.
Allí estaba: llena, enorme, brillante... De pequeña siempre soñaba con poder viajar algún día a ella, incluso decía que quería vivir allí y hacer una familia con los marcianitos que vivieran en la luna. Una triste sonrisa asomó a las comisuras de los labios de la detective. Qué pronto había sustituido esos sueños con los de pillar a aquellos que le amargaron la infancia, los que destrozaron a su familia y la determinaron a convertirse en policía de robos. Suspiró, cansada de su búsqueda de venganza particular.
Beckett se alejó de la ventana, dejándola abierta de par en par para que la brisa marina se colara en la habitación y bajara un poco la temperatura, refrescándola. Se dejó caer encima del colchón, con los brazos estirados a los lados, la cabeza perdida en otro mundo...
Alexis. Tenía ese nombre grabado a fuego, aun le parecía estar escuchando a Castle gritarlo mientras suplicaba que no le hicieran nada. ¿Quién sería esa tal Alexis? ¿Su novia? ¿Su mujer? ¿Su madre? No, creía recordar que en los informes policiales ponía que su madre se llamaba Martha, y sus exmujer no se llamaba Alexis, sino Meredith. Beckett giró en la cama, haciéndose una bola mientras abrazaba con fuerza la almohada. Si dijera que no le preocupaba Castle, estaría mintiendo. Parecía que detrás de toda esa fachada de escritor famoso y ricachón se escondía una persona con un oscuro secreto, lleno de dolor y amargura.
"¿A quién te recuerda?" le preguntó una vocecita llena de ironía. "Pero yo no me he convertido en delincuente para llevar a cabo mi vendetta personal" pensó. En ese momento, llenó su mente el recuerdo de su padre diciéndole cuando Beckett era pequeña: "El fin justifica los medios, Katie". Ahora podría discutirle que si algo había aprendido en la academia de policía era que, aquello que de pequeña aceptaba como una filosofía irrebatible, simplemente porque su padre la decía; no era verdad.
- El fin no siempre justifica los medios, papá... - susurró de forma inconsciente.
Se sorprendió de haber hecho eso, y volvió a cambiar de posición, colocándose con la cabeza a los pies de la cama. La detective se permitió el lujo de dejar que los recuerdos invadieran su mente, se permitió dejarse llevar, por una noche, revivirlo todo... Hacía mucho tiempo que no lo hacía, ya que era demasiado dolor y demasiada rabia acumulada, y recordarlo era liberarla. En la academia le enseñaron que los motivos personales siempre eran un foco de debilidad que los delincuentes experimentados sabían explotar de forma que la única dañada fueras tú. Y desde entonces Beckett había metido todo lo que ocurrió aquella noche en una caja, había escrito con permanente "Caja de Pandora" en la tapa, y la había enterrado en el rincón más oscuro, polvoriento y solitario de su mente, aquel que reservaba para todos aquellos temas que la hacían débil. Solo se permitía liberar su contenido en contadas ocasiones, y normalmente, cuando estaba sola.
Nadie podría conocer su secreto jamás. Nadie.
Sin embargo, ahora había un hombre de su edad durmiendo en la planta de abajo, un hombre que utilizaba el mismo método de la caja de pandora para esconder su propio secreto, un hombre que robaba para lograr, de una forma que Beckett aun no entendía, cumplir su vendetta personal. Richard Castle la había calado desde el primer momento, y Kate lo sabía, por ello se había mostrado siempre fría y dura con él. Era un delincuente, y por eso, si tenía la oportunidad, no dudaría en usar el secreto de la detective para terminar con su venganza. En aquellas situaciones, no había solidaridad.
Suspiró de nuevo. ¿Cuántas veces lo había hecho en aquella noche? Demasiadas para contarlas... Se levantó de la cama, consciente de que no iba a lograr dormir más, no con la mente llena de tantas cosas. Debía tomar una decisión, y tenía que ser ya.
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In Dubio Pro Reo
Misteri / ThrillerAU. Richard Castle lleva una doble vida secreta desencadenada por un suceso del pasado. Kate Beckett es una detective de robos que está segura de conocer esta doble vida pero no consigue pruebas suficientes. ¿Qué pasará si se ven obligados a trabaja...