Capítulo 27

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Despierto al fin sin pesadillas, a pesar de todo lo que sucedió anteriormente, intento mantener mi mente en orden, pero es un desastre.

Me levanto con las fuerzas recargadas y abro la cortina. El cielo comienza a aclarar, hay pocas nubes y el sol sale lentamente. El roció matutino cubre los árboles y las hojas caídas, es otoño y ya se comienza a desvanecer el calor.

Respiro profundo y recuerdo la cita de un libro de fantasía que leía cuando era pequeña "El amanecer nos ordena levantarnos, pero la mente sigue dormida entre la noche y las estrellas".

Miro el cielo y le susurro como si este pudiera escucharme: "Protege a mi Michael, si pudiera hacer algo por él lo haría, si pudiera salvarlo lo haría, solo protege a mi hermano"

Cierro los ojos por un momento dejando ir ese pensamiento. Alguien toca la puerta y la cabellera rojiza de Lilly aparece.

—Emily, es hora del desayuno —me informa y luego de eso se marcha.

Me pongo ropa limpia y voy rápido a la fila, muero de hambre, hace un día que no como nada. Winnie me ve formarme con las demás y va rápido hacia mí, no hace más que abrazarme.

— ¿Dónde estuviste? Estaba preocupada, te fui a buscar a tu habitación, pero no estabas y Lilly tampoco sabía dónde te encontrabas —me susurra en el oído.

—Lo lamento, tuve algunos problemas.

— ¿Qué tipo de problemas?

—Nada que ahora importe.

Me mira fijamente y me sostiene el rostro con sus manos — ¿Qué fue lo que te paso? ¿Por qué tienes el ojo herido y una herida en la boca?

—Me caí cuando fui al baño —miento —me resbale con el agua.

—Me estas mintiendo —me mira suspicaz — ¿Qué fue lo que realmente te paso?

—Te digo la verdad Winnie, me caí, eso fue todo.

—No te creo.

—Deberías.

Sería fácil decirle que los guardias me lastimaron, pero no quiero que Winnie se preocupe por mí, no es justo.

Caminamos al comedor para nuestro desayuno, lo recibo y me siento, espero que Winnie se acerque a comer conmigo, pero la silla de al frente la ocupa Cassey.

— ¿Qué haces aquí? —levanto una ceja.

— ¿Acaso no me puedo sentar aquí? —me mira fijo.

— ¡No!

—Lastima, trágate el orgullo y déjame comer en paz.

— ¿Qué es lo que quieres ahora Cassey?

Para de comer y me mira —Me gustaría saber que te ocurrió en el rostro —hace una mueca —pero realmente necesito un favor.

Sabía que no se había sentado por gusto frente a mí, esquivo la idea de contarle que fue lo que me ocurrió — ¿Un favor? ¿De mí? ¡Vaya!, esto es toda una novedad —digo con ironía.

—Hablo enserio Emily —dice seria —necesito un favor.

¿Es enserio? ¿Cassey necesita un favor mío?

— ¿Y que sería? —levanto las cejas.

—Necesito información.

— ¿Información? —replico confundida.

—Sí —asiente —yo sé que tú sabes porque hay tantos guardias, al principio creí que era por la visita del alcalde, pero él ya se fue y aun así la seguridad abunda más que nunca. Esto no fue por el alcalde, aquí hay algo más.

Mi Telequinesis © [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora