Seattle, 30 de noviembre, en el presente.
Narrado por Michael Wilde.
— ¡Súbete a la maldita camioneta! —grita Bill, de hace un buen rato le he dejado de llamar papá.
Niego con la cabeza, sostengo con fuerza mi muñeco de acción por si me lo arrebata él o los demás hombres.
— ¡Jack! —lo llama.
Jack me hace una mueca de disculpa antes de subirme a tirones a la parte de atrás de una camioneta negra. Él se sube conmigo, cierra la puerta y me ordena que me siente en el suelo.
Le miro enojado.
—No me mires así pequeño Mike, sabes que yo solo obedezco órdenes —odio que me llame Mike ese diminutivo no me agrada, pero de todas formas lo dejo hacerlo.
Jack es el único tipo de los hombres que trabajan para Bill que me agrada y eso es solo porque era compañero de mi hermana en el tiempo en que ella podía asistir a la escuela.
La parte de atrás de la camioneta está cerrada por todos lados, así que no sé a dónde me llevan. Hemos estado refugiándonos en varias partes desde que Bill me secuestro de los padres adoptivos que me asignaron en la casa de adopción.
Primero vivimos en casas abandonadas, bodegas, edificios y ahora nos dirigimos a otro lugar, todo porque a Bill lo buscan, no sé si es la policía u otras personas, pero espero que nos encuentren y me lleven lejos, quiero saber cómo está mi hermana y volver con ella, la extraño. Me aferro a mi muñeco con fuerza.
—Pequeño Mike ¿estás bien?
Miro a Jack con cara aburrida.
— ¿Tu qué crees?
—Lamento que tengamos que irnos nuevamente, sé que te estabas acostumbrando al edificio y a Zac, pero tú padre tiene otros planes.
— ¡Bill no es mi padre! —exclamo —y no te disculpes, por suerte Zac se quedó con comida.
Zac es un gato negro roñoso que vivía con nosotros en el edificio, al principio Bill le intento disparar porque robaba de nuestra comida, lo salve y compartía mi comida con él.
—Pronto tendremos un lugar más estable, según los planes de Bill.
—Yo no quiero tener un lugar estable —niego con la cabeza —solo quiero volver con mi hermana.
—Ella está encerrada y lo sabes.
—Por culpa de Bill.
—Sí, si por culpa de Bill, pero tú y yo sabemos que ella está mejor ahí ¿o preferirías verla en esta situación con todos nosotros?, tú pequeño Mike ya eres un hombrecito, pero ella es una mujer.
Jack no sabe para nada de lo que es capaz mi hermana, ella no les tendría miedo a estos tipos.
La camioneta se sacude y ambos nos aferramos de los costados.
Jack me mira queriendo decir algo para hacerme sentir mejor, pero en todos estos meses me han dicho muchas cosas y ninguna de ellas me ha hecho sentir mejor, ni siquiera Bill ha podido, aunque él ya no parece ser el mismo, ya no bebe como antes, ahora parece un hombre de negocios, como los que salen en la televisión, usa chaquetas de cuero y relojes brillantes, un día se me ocurrió preguntarle de donde había sacado todo eso y recibí una bofetada que me saco sangre, nunca más volví a preguntar.
—Se lo que sientes pequeño Mike.
—No, no tienes idea.
—Si lo sé, extrañas a Emily, así como yo extraño a mi familia.
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Mi Telequinesis © [En Edición]
ParanormalTras los conflictos de una familia rota se encuentra Emily, una chica de dieciocho años con un extraño don, a lo que ella llama "Mi Telequinesis". Emily se ve obligada a luchar por lo que más quiere y por lo único que le queda, aún cuando se ve enfr...