Lagrimas de furia.

3.3K 196 24
                                        

Cap. 47

Lagrimas de furia.



Con todo el dolor en mi trasero de haber sido prácticamente violado. Fui tras el, salió de la cabaña, tome una silla que se encontraba a mi alcance.

La aventé contra el, pero se quito rápidamente y la silla hizo un fuerte estruendo.

Las lagrimas salían de mis ojos, me ardía el culo. Me punzaba.

Trate de correr tras el, pero un pinchazo me dio cayendo de rodillas.

—¡CABRÓN!— le escupí llena de rabia. ¿Porque cambio tan de repente?

Vi que salían todos. Un poco sorprendidos por mi apariencia.

—Ven gatita, ¡quiero jugar!— me señalo, me pare de golpe y me fui contra el, agarrándole de la playera, lo avente hacia afuera.

Escuche como crujía el barandal, vi que caía. Es cierta forma me asuste.

Me asome y no lo veía, sin darme cuenta tomo mi tobillo e hizo que cayera de sentón, otro pinchazo me hizo gritar.

Caí, Levy iba hacia mi con rapidez pero Gajeel la detuvo.

—No te metas Levy, es entrenamiento— dijo en voz baja Gajeel.

Quede colgando de la mano de Natsu, el estaba sujeto a la orilla del piso de madera de las casas.

Me balanceo hasta que me soltó.

Cuando choque contra el suelo, sentí como mi columna vertebral crujía.

Rodee por el dolor, escuche como Natsu caía a un lado mío pero el de pie.

No había sido tan larga la caída pero el balanceo me hizo caer muy mal.

Choque contra una rama y gemí del dolor.

—¡Mierda! No gimas, me la pones dura— dijo acercándose, me sujeto del cabello y comenzó a arrastrarme.





Me arrastro por un largo tiempo. Hasta que al fin paro, sin dejarme descansar me tomo de las manos y me aventó chocando contra un árbol. Grite.

—¡Grita!— sus ojos se veían tenebrosos. — Esto no es nada con lo que pudieras vivir haya afuera, juro que estoy siendo compasivo— escupió mientras veía un hijo de sangre correr por su mano.

Me levante con todo el dolor del mundo.

—Entonces, ¿qué pasaría si alguien intenta violarme? ¿Cómo podría protegerme? ¡Si no me enseñas a protegerme de algo así, seré una presa fácil para el! ¿Eso quieres?¿quieres que me metan su verga y me hagan suya? — le escupí rabiosa.

Veía como sus ojos se oscurecían. Las venas de sus brazos se tensaron, su quijada tan apretaba que podía escuchar como rechinaban sus dientes.

Camino hacia mi, y tomándome violentamente apretando mis brazos, sentía como enterraba sus dedos en mis brazos.

—Matare a quien lo intente— dijo gritando.

Aun viéndole enojada una vez mas le dije.

—Tal vez no puedas protegerme, no se que podría pasar en una situación así— le dije en un susurro.

Si algo me pasara, algo de esa forma, me sentiría una traidora.

—¿No sabes cómo podría pasar?— dijo ladeando la cabeza.

Mi muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora