Mi muerte

Y ella negó.

Cap. 69

Y ella negó.

Lucy.

Había pasado dos semanas dormida, desde aquel final no esperado. Juraba por mi vida que ahora me encontraba con mi pequeño y Natsu en mi propio paraíso. Pero solo fue un sueño.

Una alucinación. Supongo que era verdad que antes de morir ves tu vida pasar. Y si que la reviví.

Ante mis ojos había pasado cada detalle de mi vida. Hasta aquel día en que protegí a mi Natsu.

Natsu. ¿Porque no vendrá a verme?

Según lo que me dijeron es de que estaba igual que yo, débil y necesitaba descanso. Después de que cayera inconsciente le habían disparado. Solo eso me habían dicho. Me pregunto aquellas lagunas en sus palabras. Es como si me dijeran todo y a la vez, absolutamente nada.

Por fin había conocido a Laxus. Era un poco mas grande que yo. No se parecía en nada a Makarov, ¿pero que podríamos hacerle? Era un chico bastante amable. Creía que sería un cabrón mala leche. Pero no.

El león no es como lo pintan. 

Y era mas que cierto. Venia cada mañana desde que había despertado. Un no me sentía con las fuerzas suficientes de al menos levantarme y tratar de caminar un poco.

Pero hoy. Hoy había renacido una vez mas. ¿Natsu y yo seremos como el Fénix?

No lo se. Solo quiero visitarlo. Tal vez acabo peor que yo.

Me levante un poco de la cama y una lampara comenzó a parpadear.

¿Qué era eso?

Enseguida vi que entraba a ese cuarto tan acogedor Levy.

—¡Joder Lucy! ¿No te puedes quedar quieta verdad?

—Jamás.

Sonrei de lado, y vi unos monitores.

—Veamos, tu presión esta bien, tu corazón late con normalidad, tu anemia sigue pero con la alimentación que llevaras ahora mejoraras en poco tiempo.

Se acercó a mi.

—Tus heridas van en viento en popa. Tienes un sistema inmunológico bastante envidiable. Natsu es parecido.

Sonrei. Hoy quería verlo.

—Hablando de ese flojo. ¿Ya despertó?

Levy trago saliva.

—¿Esta... Dormido? ¿Despertara?

Levy miro a otro lado, enseguida Laxus entro con una sonrisa y un bandeja de comida.

—Veo que te has despertado Lucy. Tienes buena cara hoy. ¿Será que tienes fuerzas y ya no deliras?

Sonreí.

—Estoy bien, pero quisiera decir lo mismo de Natsu. ¿Tan grave fue su lesión?

La cara de Laxus se tornó seria.

¿Qué  ocurría?

—¿No le has dicho verdad?

Le pregunto a Levy. Y ella negó.

Sentí que mi corazón se aceleraba. ¿Estaba muerto? No. ¡No!

—Natsu se fue.