Cap. 61
Nuestro pequeño.
Natsu.
—Natsu, Levy revisó a Lucy, tiene varios golpes, pero esta lastimada, le practicaron el aborto pero no fueron muy cuidadosos, según ella, tal vez pueda salvar su matriz. No es seguro. Pero en todo lo demás, solo tiene varios hematomas, las apuñaladas se las trato el hijo de puta, el disparo solo rozo su brazo. Su pie comienza a cicatrizar. Pero le quedara la marca. Lucy tal vez pueda despertar mañana en la noche.
Asentí mientras estaba frente al árbol. Donde descansaba mi hijo.
—Gracias Gray, puedes retirarte.
Me quede ahí viendo abajo. El pasto se veía removido. Y una flor blanca encima se encontraba.
—Natsu... ¿Estas bien?
Solo asentí con la cabeza.
—Dragneel, debes de ser fuerte, ella esta muy lastimada, yo no se si supo lo que le hicieron. Así que debes de ser fuerte con ella. Ella es tu mujer.
Volví a asentir.
—Jamás creí verte así... No se lo que se siente. Y juro que mataría aquel que tocase a Juvia en ese estado. ¡Joder Natsu! ¡Voltea!
Voltee y el palideció.
—¿Crees que no quiero matarlo? ¿Crees que no me estoy muriendo de rabia? ¡Ese hijo de toda su perra madre toco a mi mujer! Y no solo eso... ¡Asesino a mi hijo! ¡Y Lucy lo vio!
Estoy seguro que vio todo. ¡Ese hijo de perra se va a morir pronto! Y yo con gusto lo matare con su puta.
—Natsu... Deja de llorar.
Lo vi directamente con la vista borrosa.
—No los salve... Los tocaron a los dos...
Gray se acercó a mi, dándome un puñetazo dejándome a un lado de la tumba de mi pequeño.
—¿Y que diablos no quieres cobrar venganza? ¡Joder! ¡Tienes que vengarlo! Y no eres el único que siente rabia. Tu eres mi puto hermano, y el, mi sobrino. Y me lo quito ese hijo de puta. ¡No estas solo Natsu! Y Lucy tampoco, ella es como mi hermana. ¡Vamos a cargarnos a ese cabrón!
El sabor metálico invadió mi boca.
—¡Cabrón me sacaste sangre!
Levantándome de un salto, me fui contra el, dándole un puñetazo en el estomago y sacándole el aire.
Pero antes de eso, me dio un cabezazo. Haciéndome tambalear.
—¡Joder me sacaste el aire estupido Salamander!
—¡Y tu me quieres noquear!
Y seguimos peleando.
Hasta que los hematomas y sangre salían.
—¡Ay mierda! ¡Se me esta hinchando el pómulo!
—¿Y crees que a mi no? ¡Me esta retumbando la cabeza! ¿Es que Juvia te da tantas palizas que ya aprendiste de ella?
—Jaja, será imbecil... Pero si.
Escuchamos que venia alguien.
—Hey, ya vi que les gusta romperse la madre, pero hay una cierta chica que pide tu mano Salamander.
Trague duro.
¿No que despertaba mañana por la noche?
—Salvamos a matriz. Y se ha despertado. Tu chica te necesita Salamander.
Asentí y eche una mirada a mi pequeño.
—Pronto veras a tu madre, pequeño.
Y salí corriendo. Como si mi vida dependiera de ello. Cruce todo el jardín dejando atrás a ese par de idiotas que me apoyaban.
Entre y escuche el llanto de Lucy.
Subí las escaleras de dos en dos. No quería perder tiempo. Necesitaba a Lucy.
Vi la puerta de roble oscura y sabia que de ahí provenían los sollozos.
Tome la manija como si me quemara. El Click del seguro boto y la vi. Siendo abrazada por Juvia y Levy.
—Levy... Vi todo... Su cuerpecito...
La voz de Lucy me desgarro el alma.
—Juvia, Levy, agradecería si nos dan espacio. Los chicos están afuera. Y pronto vendrán, preparen una habitación.
Se despidieron de Lucy y ella bajo su mirada.
¡No! ¡No! ¡No puede darse por vencida!
—Lucy...
—Me lo quitaron... Y no pude protegerlo. ¡Juro que lo hice! ¡Pero me inyectaron y lo vi todo! Sentí como me lo arrebataban. ¡Asesino a mi hijo!
Sus labios estaban hinchados, sus ojos rojos bajo de ellos unas enormes ojeras.
Sus brazos lastimados junto con sus muñecas rasgadas.
Sabia que había luchado. La piel de sus muñecas había sido arrancada por los grilletes.
Sus tobillos, sus muslos cortados por el bisturí. Rasguñados. Y su entrepierna sangrante. Le había visto. Había defendido a su bebé con sus propias garras y colmillos, y sin embargo. Lo mataron.
Me acerque a ella y la abrace, su cuerpo se sacudía y gritaba de una forma tan desgarradora que hacia estremecer mi vida. Mi oscura vida. Ella y el bebé eran mi luz, y sin embargo apagaron una pequeña luz de apenas ayer sabia de su existencia y moría de dolor por el.
—¿Donde esta?
Pregunto titubeando.
—En el jardín. Frente un árbol de cerezo.
—Natsu, me duele.
—Lo se nena, yo me estoy muriendo.
—Natsu... Ya no quiero vivir.
—Eso es imposible. Porque tu mataras a quien mato a nuestro hijo. Yo solo lo traeré.
—Yo no sabia... Comenzaba a sentirme mal, pero nunca imagine una vida creciendo dentro mío.
—¿Recuerdas que te dije que no te compartiría? Pues ahora lo retiro, me hubiera encantado compartirte con ese niño o niña que crecía en tu vientre. Me hubiera enamorado de ti de una forma "pura" al ver como tu vientre crecía. Te hubiera dado todo. A ti y a el o a ella. Y juro, por ti, por el, y por mi. Que lo traeré, y tu junto conmigo le daremos fin a ese maldito. De la forma más despiadada. Porque solo así, podremos sacar esta mierda que tenemos dentro que el nos ha dado. Solo a el. Yo me encargare de llevar al infierno a Jude. Aunque sea la ultima cosa que haga.
—Natsu...
La acune en mis brazos mientras ella levantaba su gélida mirada.
—Mataron a nuestro hijo...
Asentí y de nuevo volví a sentir ese calor en mi cara. Estaba llorando, llorando frente a ella.
—Mataron a nuestro pequeño....

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Mi muerte
FanfictionMi asesino y yo cometimos el mas grande error... Nos enamoramos. [Terminada] Contenido: Palabras altisonantes, sexo, situaciones de tortura y muerte. *AVISO* -No copies la historia, y si quieres darme a conocer, avísame y te daré permiso pero si no...