Mi muerte

Asesina.

CAP. 44

Asesina.

Mi brazo latía con agresividad, unos pinchazos frecuentes estaban a la orden del día.

Sentía como algo fibroso atravesaba mi piel.

"Esta estupida, ¿porque carajos se lastimo asi?"

La voz de Gajeel retumbo levemente en mi subconsciente.

"No es estupida, solo... No aguanto"

El susurro de Levy me hizo tratar de mover mi mano. Pero no lo logre.

"La obligue a hacerlo... Esto no tenía que pasar, tenía que a verla matado yo..."

La voz de Natsu. Sentí necesidad de abrir mis ojos. Pero un miedo profundo nació de mi. Le había quitado a alguien a quien el quería. Alguien que todos querían.

Soy una asesina.

"Eres una asesina" mi subconsciente interfirió.

La necesidad de abrir mis ojos creció. Necesito despertar, no quiero escucharme decir eso.

No quiero, no soy una asesina.

"Eres una asesina"

"Mataste a su familia"

"Eres una asesina"

"La mataste"

"De tus manos escurre sangre"

Un grito salió de mi, abrí los ojos como platos y podía ver como Natsu, Gajeel y Levy, trataban de sujetarme, atraje mis manos para mi, y estaban llenas de sangre, veía mi ropa y estaba igual.

"Mataste a Erza"

Comencé a jalarme el cabello con tanta fuerza que sentía como ardía mi cuero cabelludo, me había quitado mechones, de nuevo vi mis manos y el cabello era rojo.

Era de Erza.

"Tus manos están manchadas de sangre"

Tenía mangueras en mis venas de las manos, las trates de arrancar, pero de repente sentí como me mareaba y caía, mi vista borrosa se tornó.

-¡joder Lucy, cálmate!- escuche el grito desesperado de Natsu.

-¡Mierda! ¡Levy, pásame el puto tranquilizante!- grito desesperado Gajeel.

Sin poder poner resistencia, sentí un piquete doloroso en la vena de mi antebrazo.

Mi cuerpo comenzó a relajarse poco a poco.

Miraba hacia enfrente, y la mirada de impotencia de Natsu, logre verla.

-¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡Soy un hijo de puta por pedirte hacer eso!-

Y de nuevo, mi conciencia comenzó a obscurecer.

Me dolía el cuerpo, las punzadas prevalecían en mi brazo, abrí los ojos lentamente y sentí como apretaban mi mano, voltee sutilmente mi cabeza y lo vi dormido en una silla tomando mi mano.

Trate de mover mi mano y enseguida despertó.

-¡Lucy!- se acercó a mi y me abrazo.

Pego su frente contra la mía.

-¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡Casi te pierdo otra ves!-

Tomo mi cara y me beso, un beso doloroso, mis labios estaban muy resecos y los suyos igual. Sentí como si me desgarrara un lado de mi labio. Mordí su labio y el gruño.

Me levanto de la cama con delicadeza y me llevo a un cuarto. Era un gran baño.

¿Donde estábamos?

Me recostó en una tina, no tenía fuerza alguna. Solo veía lo que me hacia.

Tomo una regadera de mano, y comenzó a mojarme, veía que la sangre escurría. Los recuerdos comenzaron. Y mis lagrimas se asomaron como si de ríos se tratarán.

Quito la tapa de la coladera y la sangre se fue. La tapo y abrió la llave para llenar completamente la tina. El agua caliente comenzó a cubrirme.

Era un alivio.

-Vamos a lavarte, tu sangre es exquisita lo puedo presumir, pero no debes de llevarla en todo tu cuerpo, exteriormente. Tu imagen es tétrica, y te puedo asegurar que me gusta. Pero no, hoy no-

Fue sacando mi ropa hasta quedar completamente desnuda.

-Aveces pienso en que podría haber pasado si, Jude no hubiera hecho lo que hizo, ¿te habré conocido? ¿Hubiera podido disfrutar de ti, de tu cuerpo, tu alma, tu esencia?-

Mis lagrimas seguían.

-Me hubiera gustado conocerte en otras circunstancias y ser un buen hombre para ti, vivir una vida tranquila y feliz, poder tener una casa y tal ves hasta familia, pero no soy ese hombre, soy esto, un mounstro, un ser desquiciado, loco, tal ves demente. Soy un asesino-

Con una chispa de fuerza guarda muy dentro de mi, tome su mano.

-Tranquilo, ahora... También soy una asesina-