Perra insolente.

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CAP.34

Perra insolente.

Sonreí, y Natsu también, me sentí un poco superior. Me encanto la sensación.

Me veía y trataba de leer mis siguientes movimientos. Los cuales ya no enseñaba tan fácilmente. Aun con la sangre escurriendo en su rostro, sus ojos se veían sorprendidos, pues como lo habia predicho, jamás se dio cuenta de mi ataque.

Como un ágil leopardo quede, y el, el pobre ciervo.

Vi su respiración, agitada, un pequeño tic le asalto en su mejilla. Exactamente donde estaba la herida. Me fui levantando poco a poco hasta quedar totalmente de pie. Me agache dando un agradecimiento. En ese momento de reojo vi que se preparaba para disparar, y yo. No se lo permitiría.

Con rapidez tome un pequeña piedra, la lance hacia su pierna, y el sin darse cuenta, disparo hacia la roca y cuando al fin se dio cuenta, un gesto de dolor lleno su cara. Llevo su mirada a su pierna derecha. Justamente una cuchilla se encontraba enterrada en su piel.

Se doblo por el dolor, un disparo salió de su Bersa  y yo, me cubrí con rapidez, no me dio, pues lo esquive haciéndome a un lado. Otro disparo sonó, pero esta ves al mismo tiempo, lance otra cuchilla hacia su brazo izquierdo.

Se desespero, pues su mirada lo delataba.

De sus dedos escurría la sangre. Gota a gota, trataba de levantar el brazo pero no podía.

Ya que había estudiado los puntos donde impedían mover de nuevo el músculo.

Sin embargo en su pierna derecha no había dado justamente en ese lugar para inmovilizarlo.

Me empece a emocionar, sentía como la adrenalina corría en mi sangre. Era perfecto. Sentía la mirada de Natsu. Me excitaba.

Gray dejo escapar todo las balas del cartucho hacia mi, y yo sin embargo, corría y saltaba, en una de esas lance una de mis preciosas cuchillas enterrándola en su pierna izquierda. Esta ves no la pudo mover.

¡Bien!

Trato de quitarse las cuchillas pero, no se lo permití.

Hecho ya una furia, tomo la otra pistola y de nuevo la descargo a mi dirección, como si de un delicado baile se tratara, iba esquivándolas con toda la clase posible.

Vi como Erza, Makarov, y Levi me observaban. Y Natsu, con su rostro serio, cuando noto que lo veía, una pequeña arruga marco en la parte de su labio, exactamente en el lado derecho. Me estaba sonriendo.

¡Me sentí mas emocionada!

Cuatro puntos para inmovilizarlo. Solo eso se necesitaba para poder causarle un daño menor. O para algún enemigo débil. Solo me faltaba el brazo derecho. Y lo conseguiría limpiamente.

Disparo con fervor, pero al ver como Natsu me veía me quede hechizada, viendo como su cabello rosa, estaba acomodado de una forma rebelde. Sus ojos verdes, eran como dos barracos que absorbían para poder caer. Su piel tostada, veía como una gota de sudor salía de su cuello e iba directo a su pecho. Su boca torcida. Una imagen digna de dioses.

Era lo mas erotico que haya visto. Sin embargo sentí como pasaba una bala cerca de mi pierna, desgarrando un pedazo de tela de mi blusa.

¡Mierda! ¡Casi me da!

La mirada de Natsu se volvió oscura. ¡O no!

No puedo recibir ningún daño, pues solo Natsu tiene derecho de tocarme. Nadie mas

Su gesto se endureció. ¡No, no, no!

Con rapidez, lance otra cuchilla y quedo en su brazo, quedó inmóvil, sabor que el dolor de esas cuchilladas era fuerte. Y mas en esos puntos, que era mejor no moverse por un rato.

Voltee a ver a Natsu y me quede pálida. Me miraba con perversion, y enojo. Mucho enojo.

Vi como movía poco a poco su cabeza diciendo "no"

Fue mi perdición. ¿No habrá recompensa?

Con rabia voltee hacia Gray con la cuchilla que tenía en la espalda, y la lance directo a su pecho.

Todo paso muy rápido, una sombra que había captado con el rabillo de mi ojo, disparo hacia mi cuchilla. Cayo aquel afilado objeto. Sorprendiéndome un poco. Pues la perfección del impacto, me asombro. Y a la ves, la rabia y adrenalina me lleno.

Una tipa, con cabello azul ondulado y largo, apareció enfrente de Gray. Protegiéndole de un posible ataque. Después me punto con una pistola igual a la de Gray.

-¡¿Qué mierda le has hecho a Gray, perra insolente?!- me grito, no sentí miedo, al contrario, me sentí como una maldita. Tal ves era por la adrenalina. Quería ver sangre. Quería la recompensa. Quería a Natsu azotandome y follandome.

Eso quería.

Saque la cuchilla mas grande y la pegue a mi antebrazo derecho. Esa zorra no me quitara mi deseo.

-¡Lárgate de aquí, estoy peleando con Gray!- grite, lo mas fuerte posible.

-¡Tu no lo volverás a tocar perra, no mientras yo te mate primero!- me amenazo la peliazul.

-¡Pues que comience el juego!- poniéndonos  en posición de batalla.

A lo lejos escuche a Makarov gritar.

-¡Joder Juvia, Lucy es de Natsu!- gritó, con que se llama así la paliducha.

Como si de un balde me cayera agua helada, voltee a ver a Natsu. No se encontraba ahí, sin embargo vi como pasaba su brazo en el cuello de Juvia y la inmovilizaba.

-Déjala Juvia, solo es una prueba de su entrenamiento, y como te dejo Makarov, es mía, y solo yo, le puedo dañar- dijo en su oído, y con el, en su mano derecha, tenía el cuchillo que antes le había lanzado al pecho de Gray.

¿Una nueva amiga, o una rival?

Vi a Natsu y su sonrisa burlona me dijo que mi deseo.

Seria cumplido.





Les doy un comunicado, publique el día de ayer un one-shot Jerza, se llama "Para siempre"
¡Nos vemos!

Mi muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora