Mi muerte

Pequeña charla.

CAP.13

Pequeña charla

Es de noche, lo puedo notar, el brillo de la luna traspasa las cortinas semi traslúcidas, esta en todo su esplendor. Necesito, necesito verla mas de cerca, quiero disfrutar ese pequeño momento para guardarlo en mi memoria y saber que aun hay un mundo afuera.

Natsu esta a un lado mío, dándome la espalda. Veo que se mueve un poco para re acomodarse, no me muevo dejo que quedé dormido una ves mas y empiezo a enderezarme, muevo mi pierna y duele un poco, veo que hay una muleta a un lado de un pequeño mueble. Me estiro y la tomo, me levanto con mucha dificultad, tratando de hacer el menor ruido posible, no quiero que el me vea. Camino despacio hacia el gran ventanal, esta abierto, tal ves era para mi fiebre. Sigo caminando, me golpe un poco la pierna y mi cara se contrae, dejo que corran un par de lagrimas, solo fue un golpe.

Sigo caminando despacio, cuando estoy a punto de salir a es pequeño balcón siento una presencia atrás de mi.

Natsu: Ni se te ocurra escapar, que esta ves estas conmigo y no te dejare.
Lucy: no, yo... Yo solo quería ver la luna, solo eso. Natsu, yo, yo no... Yo pensé que eso había sido real, pensé que todos me mataban, se que lo mejor que pude haber checo fue no haber nacido, estaba alucinando Natsu, debes creerme. No tengo nada, no tengo nadie que me pueda esconder de ti, porque se que me encontrarías de una forma u otra,

Su mirada se ensombreció.

Natsu: Eres interesante, a pesar de todo, Erza te protegió, esa es una señal muy dudosa.
Obsérvala un minuto que será lo único que veras de ahora en adelante, pero si veo que quieres hacer lo mismo, me importara una mierda Erza y te castigare, te follare tan duro que gritaras y te retorcerás del dolor, te follare tu bonita boca, tu exquisito trasero, mírame, solo con decirlo estoy tieso, te amarrare a la cama y no saldré de ti abasta que me venga en gana. Fue una buena idea que vinieras a mi cuarto, no creo que notes muchas cosas ahora, mi cuarto siempre ha sido obscuro, no necesito de luz para saber donde están mis cosas, conozco de pies a cabeza mi cuarto y créeme no creo que desees que te encuentre fisgoneando entre mis cajones.

Lo único que pude hacer fue asentir, mis piernas temblaron un poco.

Natsu: Como siguió tu herida?

No supe que responderle pues no me había revisado.

Lucy: yo, yo no me eh revisado. Pero el dolor es soportable.
Natsu: ven acá, tengo que revisarte y deja que pase un poco de aire por la herida.

Se agacho y yo separe mis piernas, con cuidado me quito la gasa, el punto estaba negro, esta infectado, pero supongo a lo que se había comparado con lo que era hace algunas horas, iba mejorando.

Regreso al mueble y tomo un poco de pomada, regreso y me unto.

Natsu: ¿Es hermosa la luna no? A simple vista es hermosa pero ya conociéndola al derecho y al revés es una perra mentirosa, dándonos su mejor cara mientras que por adentro se muestra con arrogancia.

Yo aun observaba la luna, era hermosa.

Natsu: no te dejes llevar por su única cara, porque si la conoces a fondo la odiaras.

Seguí observándola, me recargue en la protección del balcón, el me siguió con la misma acción.

Natsu: no creo que quieras aventarte a esta altura verdad?
Lucy: aveces el dolor combinado con la poca cordura que uno lleva colgando, hace que hagas cosas estupidas, o simplemente imposibles. Que con el tiempo, se vuelven posibles.