Mi muerte

Apocalipsis

CAP. 33

Apocalipsis.

Llegamos a la casa, se encontraban todos, Gray, Levy, Erza, y el viejo Makarov.

La marca que Natsu me había hecho, y por su puesto la de el. Nos colocamos un par de muñequeras de piel color miel.

Como si de una mujer embarazada estuviera dando a luz, Erza, encaro a Natsu, ya que, aunque llevaba las vendas solo por cuidar un poco mas las heridas profundas. Pero jamás olvidare como su cara de un tono tostado, se hizo completamente blanca, como la nieve.

Tenia el cuerpo maltratado.

-¿Como se te ocurre lastimas así a Lucy? ¿Que no sabes que la podrías haber matado?- rugió Erza, yo me quede callada, pues la mirada de Natsu, fulmino las pocas palabras que se resguardaban en mi boca. El explicaría todo.

-Pero no esta muerta- dijo Natsu con un tono frío. -Aquí esta, si, con unas cuantas heridas, pero ¿que querías?, es un entrenamiento, y nadie mejor que tu, sabes como son mis entrenamientos, con nadie en esta puta vida, he sido "gentil" como con ella, así que alégrate- corto Natsu, fue gentil... Un estremecimiento me lleno el cuerpo.

No era momento de ponerme a pensar que en otras palabras, no me mata porque me necesita, y ahora menos, pues la venganza es mutua.

-Es un milagro que hayas regresado entera Lucy, ¡bienvenida!- me dijo Levy, le sonreí, se que había sido duro todo este tiempo. Pero creo que no era para tanto esos gritos de Erza.

Makarov, se vio un poco nervioso. Me inquiete. Y sus ojos se pusieron un poco llorosos.

-Lo siento Lucy, sabes que eres como una hija ¿verdad?- su palabras traspasaron esos sentimientos que ya hacia tiempo atrás que habida dejado de sentir, y hoy, se avivaban como el fuego. Sentí como temblaba mi cuerpo, Natsu se dio cuenta. Creo que le di lastima pues me soltó en seguida y yo como reacción camine hacia Makarov.

-Lo sé, pero tranquilo, este fue el destino que yo quise seguir, nadie me obligo, y se que contigo siempre pude contar, eres una persona muy especial, cuando llegue a la empresa ese día, me alegre de verte, y claro, me saque de onda pues cuando me pusieron el pañuelo pude verte a ti, y eso a la par me hizo sentir mas traiciona, pero me equivoque- le sonreí dandole un fuerte abrazo.

-¿te hizo mucho daño mi chico?- su voz estaba cargada de preocupación. Negué con la cabeza, aunque, no les contaría sobre la caída a esa laguna, y menos que me jodi la planta del pie. Esperen, tampoco podría decirle sobre la marca... ¿O si?

Borre el pensamiento de mi mente en un segundo. La mirada de Erza era como una acuchillada en la espalda. Si, muy penetrante. Volví la vista y Gray quería decir algo pero creo que no sabia como decirlo.

Se acercó y tomo mi mano.

-¿Este cabrón se porto bien? - yo asentí. Su mirada que antes mostraba inseguridad, ahora era todo lo contrario.

Un gruñido nos saco de ese pequeño momento, no es que me guste Gray. Pues me secuestro y... Bueno, también Natsu. Pero Gray no.

Voltee a ver y Natsu movió su cabeza señalando su brazo.

¡Mierda! ¡ Que lo dirá y ahora si, no se si lo tomaran a el y lo asesinan, o yo por dejada!

Bueno, no fue algo que quisiera realmente.

¡Demonios!

De un rápido movimiento me jalo hacia el, y pasando su brazo donde se encontraba la marca, la paso por encima de mi cuello, y la mía la levanto dejándola extendida.